Una madre soltera de 20 años tendrá que recibir educación sobre la problemática de la violencia familiar como parte de la condena que le impuso un juez por haber golpeado en la cabeza a su hija de cuatro años con un cuchillo de cocina. La mujer fue sancionada además con una pena de seis meses de prisión que quedarán en suspenso salvo que durante ese lapso cometa un nuevo delito.
Es la primera vez que un juez local sanciona a alguien con la obligación de educarse. "Quizás de esta manera hagamos una contribución en favor de la formación de esta mujer que vaya más allá del simple castigo por lo que hizo", comentó a este diario el juez autor del fallo, Julio César García.
El caso es uno más de los numerosos que suceden en la ciudad. Sólo en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela se atienden unos diez situaciones de violencia (física, psicológica o sexual) por semana, y se calcula que más del 30 por ciento de las casi 700 denuncias que recibió este año el Centro de Asistencia a la Víctima de la Defensoría del Pueblo fueron por violencia contra los niños (ver aparte).
La joven condenada fue madre a los 15 años y proviene de una familia muy humilde. En el juzgado donde investigaron el caso sospechan que muy probablemente ella misma se crió en un ambiente familiar violento. Cuando golpeó a la nena, ambas vivían en un Hogar de Menores Madres que queda en Caferatta al 200.
La mamá admitió todo
El episodio ocurrió el 17 de mayo de este año y fue la directora del hogar quien llevó a la nena al Hospital de Niños "Víctor J. Vilela". Tenía una herida cortante en la cabeza y perdía mucha sangre. Según consta en el expediente judicial del caso, los médicos tuvieron que aplicarle varios puntos de sutura.
La mamá de la nena nunca negó la agresión. Todo lo contrario: lo admitió sin vueltas y dijo que lo hizo porque estaba "muy nerviosa" a raíz de una discusión que momentos antes había sostenido con otra joven madre alojada en el mismo sitio.
La Justicia intervino por la denuncia que hicieron los médicos del Hospital de Niños. Primero actuó un juez de Menores para decidir qué hacer con la nena, y después lo hizo el juez en lo Correccional Nº 1, Julio César García. Este magistrado es el que ahora dictó la condena por lesiones, agravadas por el hecho de que la agresora es la madre de la víctima.
García tuvo que situarse entre dos posiciones encontradas: mientras la abogada de la mujer -una defensora oficial- sostuvo que tenía derecho a ejercer su derecho de corregir a la nena, que supuestamente estaba haciendo algo indebido, el fiscal argumentó que la mamá se excedió y que con su actitud pudo incluso causarle lesiones más graves a la niña. El juzgador coincidió con este último y consideró que la madre golpeadora incurrió en una conducta agresiva y peligrosa hacia la nena.
Además, una pericia forense probó que la mujer comprende la realidad y que tenía plena conciencia de lo que había pasado cuando golpeó con el cuchillo a la hija.
El juez sólo aplicó la pena mínima prevista por el Código Penal para este delito porque consideró la historia personal de la mujer, que no tiene antecedentes de judiciales ni policiales. Pero adicionalmente también le impuso una norma de conducta teniendo en cuenta que se trata de una persona sin ninguna instrucción. Por eso quiere que asista a cursos sobre violencia familiar dictados por organismos oficiales donde alguien le hable, quizás por primera vez en toda su vida, sobre estos temas.