Ricardo Rouvier estimó que en la caída del gobierno de Fernando de la Rúa confluyeron "la agudización de la crisis económica, política y social, en una administración caracterizada por la debilidad y la dubitación". Explicó que el origen de esa crisis "era previa" a la llegada de la Alianza al gobierno, pero esta creyó "que podía dominarla solamente con su presencia y el cambio de estilo respecto del menemismo", lo que generó que los conflictos "no fueran con el pasado", sino que "se presentizaron en una entente que no resistía sus propias contradicciones". La feroz interno de la Alianza generó "la declinación política de la nueva experiencia, acompañada por un conjunto de medidas económicas que fueron a favor de la recesión", remarcó. Esto llevó a "endeudarse cada vez más" y a apelar "una vez más a la mano mágica de (Domingo) Cavallo que terminó por acelerar la explosión de la economía". Visto en perspectiva, Rouvier entiende que el gobierno de De la Rúa "fue una transición entre dos peronismos en conflicto. La Alianza facilitó la crisis y no la revirtió". Fue el estallido de un "modelo aplicado sin controles y con una convertibilidad que, extendida en el tiempo, se convirtió en un corset de la economía. El otro peronismo, el duhaldismo, desde hace años intenta expresar otra visión económica y política".
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