Anibal Fucaraccio / La Capital
Los Caranchos tuvo un cierre de año con mucho para festejar. Una recomposición institucional que vislumbra un camino de progreso, el soñado regreso a la primera división del torneo Regional del Litoral, un cambio altamente positivo en su filosofía de juego y la inédita inclusión de uno de sus jugadores (Ignacio Bassetti) en un seleccionado nacional M21 y en el combinado local de seven. Por eso, las autoridades del club decidieron organizar un encuentro amistoso para celebrar el fin de una buena temporada. El partido fue una válida excusa. Invitación XV ganó por poco y el trámite fue muy entretenido. Pero lo más destacable de la tarde de ayer fue la genuina alegría de la gente de Caranchos, que recuperó un lugar que le pertenece por derecho propio. "Este fue un año muy raro para nosotros porque el club nunca había disputado el ascenso. Pero le pusimos mucha garra, hicimos una buena pretemporada y durante el año fuimos de menor a mayor. Por suerte no tuvimos muchos lesionados y creo que no tuvimos mayores inconvenientes para subir", resumió Julio Paz, uno de los jugadores más representativos. "El año pasado cuando descendimos nos conjuramos entre todos e hicimos lo posible para volver a estar arriba, y creo que lo terminamos consiguiendo de una manera clara y merecida. Y además nos dimos el lujo de despedir el año contra un equipo formado por los mejores jugadores de la ciudad", señaló el presidente del club Miguel Orell. Por su parte los entrenadores Gerardo Milano y Daniel Degani no dudaron en afirmar que "el ascenso nos sirvió para juntarnos. Ahora subimos y el año que viene nos vamos a entrenar para jugar al rugby respetando una nueva filosofía, comprometiéndonos más en cada entrenamiento, con un gran caudal de jugadores y con el objetivo tratar de ingresar por primera vez en la historia al torneo del Interior B. Esa será nuestra meta".
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