La Justicia provincial investiga la existencia de una presunta banda dedicada a falsificar accidentes de tránsito con el objetivo de presentar el caso ante la compañía aseguradora del conductor y cobrar la póliza. El grupo delictivo contaría con varios partícipes: personas con alguna lesión que juegan el papel de víctimas, empleados de hospitales que adulteran datos de la historia clínica; dueños de vehículos abonados a alguna compañía de seguros y policías que confeccionan partes preventivos apócrifos por los accidentes. Esa es la supuesta maniobra que existiría detrás de dos casos denunciados esta semana por la empresa de seguros La Caja. La firma acusó a dos clientes de denunciar accidentes de tránsito presuntamente falsos, cuyas víctimas cobraron un resarcimiento por las lesiones sufridas. Las denuncias fueron radicadas en la Fiscalía Nº 2, a cargo de Ismael Manfrín, con intervención del juzgado de Instrucción Nº 7. Pero no son los únicos casos detectados. La semana anterior otro fraude similar fue denunciado ante la fiscal Nº 1, Patricia Spengler. El ardid consiste en armar un siniestro para reclamar una indemnización ante la compañía de seguros. "Para ello se valen de distintos protagonistas que asumen un rol de víctima o victimario que le es ajeno", señaló una fuente de la investigación. Quien se comporta como víctima es una persona que sufrió algún tipo de lesión, como un golpe o una fractura, y la presenta como producto de un choque en connivencia con el titular de una póliza de seguros vigente. Ambos se ponen de acuerdo para simular un accidente de tránsito y lo denuncian en una comisaría. Así se inician las actuaciones policiales y se abren causas penales en los juzgados correccionales, que deben ocuparse de investigar hechos que en realidad nunca existieron. Luego el dueño del auto realiza la presentación correspondiente en la compañía de seguros mientras la víctima, a través de un abogado, inicia una reclamo extrajudicial exigiendo una elevada suma de dinero como resarcimiento por los perjuicios que le acarreó el choque. La sumas exigidas suelen ser muy elevadas y "no coinciden con la gravedad del hecho", señaló la fuente. Otra característica de los casos denunciados es que el conductor aparece como culpable del accidente. Por eso a la empresa le conviene llegar a un acuerdo con el damnificado antes que dirimir la cuestión en la Justicia. Finalmente arreglan por un monto infinitamente menor al reclamado. En uno de los casos, por ejemplo, la exigencia inicial de 200 mil pesos derivó en un acuerdo por 12 mil. Pero los casos registran algunas incongruencias que, según la fuente consultada, "dan verosimilitud" a la denuncia de La Caja y permitieron que auditores de la firma advirtieran el engaño. Las irregularidades detectadas son diversas y en algunos casos "muy burdas": hay contradicciones en los expedientes, los hospitales que asistieron a los lesionados expiden historias clínicas adulteradas o se niegan a entregarla (sólo aportan un certificado médico), o la fecha de la lesión no coincide con la del accidente. En las dos causas más recientes fueron denunciadas cuatro personas: dos clientes de la firma y dos supuestas víctimas de choques ocurridos en jurisdicción de las comisarías 20ª y 17ª. Pero los investigadores sospechan que existiría una banda dedicada a defraudar a las aseguradoras. Aunque la investigación es incipiente y aún no hay personas formalmente imputadas, en principio la maniobra supone una múltiple concurrencia de delitos, como estafa (a la aseguradora), estafa procesal (por el inicio de causas en la Justicia), falso testimonio y falsedad ideológica.
| Clientes denunciaron accidentes de tránsito falsos. | | Ampliar Foto | | |
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