La caída de la producción lechera obligó a las industrias a lanzarse a una inédita carrera por seducir a los tamberos. Para ello ponen en juego un menú que incluye el ofrecimiento de mayores precios y combos de bonificaciones. La pelea incluye, también, la movilidad geográfica ya que, por ejemplo, empresas de Buenos Aires se trasladan a la cuenca de Santa Fe y Córdoba para asegurarse materia prima tentando a los tamberos con mejores precios.
En el juego de estrategias que pusieron en marcha los industriales, un caso es el de Sancor, que modificó su política de pago de la materia prima. La firma informó oficialmente que no se aplicarán los precios de excedente de base invernal. De esta forma, "todos los litros producidos en el verano se cobrarán a un único valor fijado para el mes". Durante el período diciembre-marzo, los litros producidos por encima de la cantidad de igual mes del año anterior se bonificarán con no menos de 4 centavos. Para diciembre se fijó ese valor en 6 centavos. Además, para ese cálculo, los litros producidos el año pasado se considerarán con una gracia del 2%, es decir que participarán de un volumen más bajo.
La otra punta es que en el período abril-agosto de 2003 se determinará una bonificación para premiar el incremento mensual de la producción de los tambos con respecto a la mes del anterior.
La escasez de materia prima está calentando la puja de precios y, en San Francisco, se consideraba que esa pelea volverá a presionar sobre el comercio minorista. Hasta ahora, y merced a que durante 10 años mantuvieron la manija del negocio, los hipermercados han sido los grandes ausentes de la concertación láctea. Habrá que ve qué pasa desde ahora.
| |
La Ciudad
