Año CXXXVI
 Nº 49.680
Rosario,
lunes  02 de
diciembre de 2002
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Seccionales con poco personal para cubrir distritos vastos y poblados
Los baches de la prevención en Rosario
Vecinos que ponen dinero para crear comisarías o que vigilan sus barrios en moto son las caras del déficit

La inminente puesta en marcha de una nueva comisaría en la ciudad de Rosario, propiciada por habitantes de barrio Godoy la semana que termina, y la compra de motos por parte de otros vecinos para que beneficiarios del Plan Jefes y Jefas de hogar patrullen las calles del barrio Belgrano, pusieron de manifiesto no sólo las falencias del Estado a la hora de dar respuestas en materia de prevención y seguridad sino también la imposibilidad de las seccionales de atender eficientemente las grandes extensiones geográficas y poblacionales de sus jurisdicciones con los elementos y el personal que tienen.
En una ciudad que según el último censo araña dentro de su ejido urbano el millón de habitantes, hay en la actualidad un total de 23 comisarías, 5 subcomisarías y 9 destacamentos dependientes de la Unidad Regional II, cuya cobertura excede los límites de la ciudad. En las mencionadas dependencias trabajan aproximadamente 2 mil hombres y mujeres que deben cumplir múltiples funciones con un régimen de horarios que se flexibiliza de acuerdo a las necesidades y una notable falencia de elementos.
La disponibilidad de recursos se resiente en especial por el control y traslado de detenidos. Los días de visita de presos, según confirmaron varios comisarios, la capacidad de patrullar las jurisdicciones disminuye a cero.
A grandes rasgos esos números indican que a cada policía destacado en una comisaría, cualquiera sea su rango, le corresponden unos 5 mil habitantes cuando las medias internacionales que los altos jefes de la fuerza provincial escuchan de voces de expertos que llegan a Santa Fe para formarlos aducen que no debe superar la de un agente cada 300 habitantes.
El ejemplo de la seccional 19ª, que ahora verá acotados sus límites por la creación de la comisaría 32ª, es sólo un paradigma de lo que sucede en otros sectores de la ciudad. Hasta el anunciado desmembramiento, la dependencia de pasaje Calchaquí y bulevar Seguí albergaba en su jurisdicción "unos 200 mil habitantes", según confió su titular, el comisario principal Raúl Cortes. Para atender semejante población, la seccional cuenta con 38 hombres y mujeres incluyendo sus cuadros superiores, es decir un hombre cada 5.200 habitantes si estuviera toda la dotación policial trabajando al mismo tiempo.
A partir de la apertura de la nueva seccional de barrio Godoy esos 200 mil habitantes "se verán reducidos en un 40 por ciento", por lo que más allá de lo auspicioso del anuncio, los voceros consideran que sería necesario un nuevo desdoblamiento para acercarse a una adecuada realidad.
Pero las 38 personas destacadas en la 19ª como así también ocurre en otras comisarías, no trabajan en forma permanente y conjunta. Habitualmente, el personal con el cual cada seccional rosarina cuenta por turno no excede la docena. Además del jefe y subjefe de la seccional, suelen estar presentes en el lugar un oficial superior de servicio, un jefe de guardia, uno o dos sumariantes, un cabo de cuarto a cargo del penal y uno o dos agentes además de otros dos o tres destacados en brigadas que recorren los barrios. A ellos habrá que sumarle el personal destacado en la custodia de sitios fijos (que varía de acuerdo a cada una de las jurisdicciones).
Otra de las comisaría grandes de la ciudad es la 14ª, en la zona oeste. Su área de influencia alcanza a 190 mil habitantes y cuenta con una dotación de 42 hombres (1 cada 4.520 rosarinos), tres autos y una moto para atender el vasto sector que abarca. A pesar de que ya sufrió un desdoblamiento con la creación de la subcomisaría 22ª aún no da abasto para abarcar semejante sector.
Un déficit semejante se da en la 18ª, que cubre 25 kilómetros cuadrados de la zona suroeste con una población estimada en las 100 mil personas, para lo que cuenta con un auto y 32 efectivos (1 cada 3.125). Esta dependencia así como la seccional 11ª (con idéntica cantidad de habitantes y uniformados) figuran en los planes del Ministerio de Gobierno para un futuro desdoblamiento como el que ahora se producirá en la 19ª.
En el otro extremo de la ciudad, una seccional como la 30ª abarca un sector en el que viven unos 70 mil habitantes para lo que cuenta con una dotación de 30 hombres (1 cada 2.300) y un par de vehículos en mal estado.
Si se habla del centro rosarino, la seccional 2ª cubre a una población de 52.000 personas en 140 manzanas y cuenta con 70 efectivos en su plantel además de cuatro móviles, presentándose como una de las mejores en relación personal-habitantes (1 cada 750), aunque juega en su contra la cantidad de personas que transitan a diario por el centro que triplica la cantidad de habitantes en la zona y desmejora la relación.
Y en el macrocentro, la comisaría 6ª (cubre 250 manzanas) tiene en su jurisdicción 90 mil habitantes y 37 hombres incluyendo los apostados en el destacamento de la Tšerminal de Omnibus por donde pasan a diario miles de personas (1 cada 2.400 habitantes).
Más allá de las cuestiones numéricas, fuentes de la Jefatura de la Unidad Regional II consultadas por La Capital aseguraron que la problemática en cuestión no sólo pasa por una cuestión de subdivisiones de comisarías sino por la revisión de un listado de factores que exceden las cuestiones geográficas.
"Esto es un problema estructural", definió el vocero. "Aquí hay que revisar en primer lugar la forma en que se incorpora el personal a la policía, cómo se lo forma y cómo se lo designa a sus funciones en una distribución muchas veces discutible. No puede ser que con un curso de tres o cuatro meses se les dé un uniforme y un arma. Después hay chicos y chicas de 22 años que salen a la calle aterrorizados. Entonces terminan llenando oficinas y despachos en Jefatura y después se critica la falta de presencia en las calles de los barrios calientes", dijo el informante
Además, sostuvo que "ante esta realidad, hoy por hoy las tareas de patrullaje están limitadas a lo que hacen el Comando Radioeléctrico y la Guardia de Infantería, porque a las comisarías no les alcanza el personal que tienen para atender a los vecinos, cuidar a los presos y cumplir con otras funciones, sin contar que la mayoría de los móviles están rotos o deben usarlos para llevar presos a los Tribunales o repartir cédulas y notificaciones".
En tanto, otro informante no dejó pasar por alto lo que aparece como una interna entre las comisarías: "Mientras las comisarías del centro tienen un apoyo importante en el patrullaje mediante los hombres de la Brigada de Orden Urbano y la Policía Motorizada, en los barrios debemos conformarnos con el paso de alguna patrulla del Comando de vez en cuando".



Hay pocos policías en la calle para tantos habitantes. (Foto: Alfredo Celoria)
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