| | cartas Trabajar con seriedad
| A raíz de haber escuchado a un experto cordobés en el congreso de salud, con el cual coincido totalmente, vuelvo a tocar el tema de los genéricos. Con respecto al medicamento se debe: 1º) Establecer los mecanismos de control, que actualmente no se hacen, en la fabricación, expendio y consumo de los medicamentos, legislando, autorizando o no la venta, penando la automedicación, constatando que 500 mg. de algo, sean precisamente eso. 2º) Liberar al médico de la pesada carga de medicar lo más barato, y no lo mejor, recordando que la mala praxis es sólo para él, en caso de problemas derivados de una receta. 3º) Si el gobierno desea que se receten monofármacos, que obligue a los laboratorios a no usar los nombres de fantasía, siempre recordando que debe haber excepciones con medicamentos combinados, que de no existir, encarecen el sistema. 4º) Estimular la industria farmacéutica argentina , con promoción de los medicamentos en los planes de obras sociales y compras en hospitales públicos, etcétera. 5º) No autorizar medicamentos que no sean estrictamente necesarios (todos sabemos la cantidad enorme de fármacos en los vademecums, que no aseguran una buena salud). 6º) Copiar a otros países que hayan programado políticas con respecto al medicamento y hayan logrado buenos resultados. 7º) Corregir políticas económicas que hacen de la desocupación el centro de la cuestión, y por ende menor cantidad de individuos protegidos por obras sociales y sin acceso alguno al medicamento. 8º) Prohibir la propaganda pública de medicamentos, la venta sin receta de los mismos, la no reposición excepto contra entrega de recetas suficientes, etc. 9º) Recordar que genérico significa un fármaco fabricado por una empresa que lo vende a otras tal cual, y esas otras lo envasan y venden con el mismo nombre genérico u otro de fantasía (en los EEUU el 30 % de los medicamentos reúnen esa característica), y que en la Argentina eso no sucede, porque la mayoría de las veces se hacen copias y sin tener la FDA que controle como en el país del norte. 10º) Hacer planes de prevención que haga que no deban consumirse tantos medicamentos como hoy sucede con nuestros ancianos, que en el Pami se llevan un porcentaje elevadísimo del costo total de la salud. En fin, trabajar seriamente y no hacer que el eje pase solo por el médico, el farmacéutico o el paciente que en última instancia siempre nos dice: no tengo para comprar. Doctor Roberto Feldman
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