Fernando Gabrich / La Capital
Que quede bien claro: en la liga de los poderosos manda Real Sociedad. Y ayer, el que se dio cuenta de ese mandato futbolístico que rige en estos días fue el apático Barcelona de Luis van Gaal. Ni Saviola ni Riquelme ni Kluivert. La estrella de la fecha fue Darko Kovacevic. Es que el serbio humilló junto a sus compañeros al equipo catalán que brilla en la Champions y lo derrotó por 2 a 1. Y así, mientras la mayoría se asombra fecha tras fecha, los vascos no sienten la presión, desparraman fútbol y se afirman como los únicos punteros. Van Gaal puso de entrada a Saviola y Riquelme. Pero su equipo no funcionó, simplemente porque se dedicó a especular. Todo lo contrario por el lado de los locales. Desde el primer minuto Real Sociedad demostró por qué está donde está y salió a demoler a su rival, que de no ser por la gran noche de Tito Bonano, las crónicas describirían como una goleada histórica. Pero el fútbol siempre sorprende y así, sin hacer absolutamente nada, Barcelona se puso en ventaja con un gol de Kluivert. No duró mucho en aparecer la balanza de la justicia y, con dos goles de Kovacevic, los vascos se quedaron con una victoria más que justificada. Partido vibrante fue el que cerró la fecha. Deportivo La Coruña recibía a Mallorca y se preveía un gran choque. Y lo fue. El Depor se puso en ventaja a través del eficiente Makaay, enseguida expulsaron al Caño Ibagaza por insultar al árbitro pero Mallorca igualmente dio vuelta la historia y se puso 2 a 1 con goles de Pandiani y Eto'o. Y cuando parecía que Leo Franco se hacía invulnerable, apareció otra vez el holandés Makaay y puso el 2 a 2 final. Finalmente fue un buen punto para Mallorca, que se mantiene como único escolta. Alegría catalana. Es que Espanyol, con una gran tarde de Maxi Rodríguez, venció a Rayo Vallecano por 3 a 1. Betis venció 1 a 0 a Athletic de Bilbao, el Celta argentino superó a Valladolid 2 a 0, Villarreal derrotó a Recreativo por la mínima diferencia y Valencia empató sin goles ante Alavés.
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