El caballo Rock of Gibraltar fue nombrado como el mejor caballo del año en la tradicional clasificación de premios que Cartier patrocina al finalizar la temporada turfística en Europa. La distinción recayó en el ejemplar pese a que hace poco se conoció la noticia de que el hijo de Danehill pasó a cumplir sus nuevas funciones como semental en Coolmore. Los premios Cartier, creados en 1991, son una suerte de "Oscars" de los pura sangres del viejo continente que gozan de enorme prestigio, cuya finalidad es el reconocimiento de todos aquellos elementos que sobresalen por encima del resto en el plano equino. Las puntuaciones -en lo que respecta a los sangre pura- se establecen mediante un sistema de puntos distribuidos de la siguiente forma: la mitad se basa en un cálculo objetivo de lo que cada caballo haya obtenido en carreras de las denominadas Pattern, una cuarta parte corresponde a lo que los periodistas especializados hayan votado en cinco ocasiones a lo largo de la temporada, mientras que la cuarta parte restante procede de lo que los lectores del Daily Telegraph opinen, una vez concluída la temporada. La entrega de premios tuvo lugar en el hotel Four Seasons de Londres y contó con la presencia de más de 300 personas, donde se notó la ausencia de un especial galardonado: Alex Ferguson, técnico del Manchester United.
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