Año CXXXVI
 Nº 49.675
Rosario,
miércoles  27 de
noviembre de 2002
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cartas
El Hambre, un tema tabú

Suelen ser muy pocos los escritos que existen sobre el hambre a nivel mundial. Sin lugar a dudas, ese hecho indica a las claras que existe una especie de vergüenza en los países y en los gobiernos que padecen ese tremendo flagelo y que, por cierto, los llamados "representantes del pueblo" tratan a toda costa de ocultar su existencia. Uno de los principales tratados sobre el tema fue el escrito por Josué de Castro en la década del 60 y que lleva por título "Geopolítica del hambre", una obra cuyo estudio debiera ser obligatoria para todo aquel que quiera ser representante del pueblo y llegar a las cámaras legislativas o integrar poderes ejecutivos. Siempre se pretende movilizar a la población a través de la sensiblería mostrando niños moribundos por desnutrición y los casos fatales que se seguirán produciendo. Las imágenes impresionan más la retina que el análisis del proceso que lleva a que se produzcan esas imágenes. Lo agudo del hambre trae ya desde la primera generación que la padece severos deterioros en las áreas intelectuales, racionales, emocionales y afectivas y en donde sólo queda la sensiblería como representación de las emociones humanas. La mayoría suele ser de difícil retorno hacia la normalidad de la conducta cuando estos hechos ocurren en el desarrollo del niño. Pero tan grave como estos hechos agudos es la perpetuación en varias generaciones del hambre crónico, pues se van haciendo modificaciones genéticas que costarán muchas generaciones de buena nutrición para poder ser revertidas. Este es el mayor drama para nuestro futuro como país, que nuestros "estadistas" no logran entender. Los economistas están repitiendo con asiduidad el término de economía sostenible. Se refieren solo a que cierren las cuentas. Pero mucho más humano desde el punto de vista de lo que en realidad debe ser considerado como sostenible, es la frase de Lester Brown, director del Worldwatch Institute de Washington quien dice: "Una sociedad sólo es sostenible cuando puede satisfacer sus necesidades, sin disminuir las oportunidades de las generaciones futuras". ¿Están observando este pequeño detalle los que accedieron al poder y se desdicen en sus acciones de gobierno de todo lo que prometieron en las campañas electorales? Es tremendo tener que darle la razón a Leon Tolstoi cuando expresó : "Para conquistar el poder se necesita ambicionarlo; ahora bien, la ambición no anda de acuerdo con el amor sino con la codicia y la violencia; por ello siempre han sido los peores y no los mejores quienes accedieron al poder".
Doctor Efrain Hutt


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