La mayoría de los robos de bicicletas son episodios fugaces y poco cruentos. Pero dos registrados durante el fin de semana se distinguieron por el salvajismo de su ejecución y, también, la de sus resultados. En una acción de violencia demencial, tres delincuentes rociaron con combustible y le prendieron fuego a un ciclista para despojarlo. Mientras que otro caso terminó con un hombre herido de dos puñaladas y otro, que intentaba ayudar a recuperar el rodado sustraído, con fractura de mandíbula.
Por este último robo, uno de los presuntos ladrones y uno de sus cómplices fueron detenidos. Otros lograron fugarse. Todo después de aterrorizar y provocar la internación de las víctimas quienes, pasado el pavor, se encontraban ayer fuera de peligro.
Los dos robos ocurrieron la madrugada de ayer en Villa Gobernador Gálvez. Luis Varela, de 47 años, iba en su bicicleta por San Martín al 7200, detrás del cementerio local. Mientras pedaleaba, fue interceptado por tres hombres jóvenes que le arrojaron un líquido inflamable y luego le acercaron una llama al cuerpo. Los atacantes se llevaron su bicicleta.
Terror y silencio
Por la mañana Varela estaba internado en la sala de quemados del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, con lesiones de diversa complejidad en brazos y tórax. Los médicos hicieron un diagnóstico optimista, aunque el paciente permanecía anoche internado en una sala especial. Cuando este diario lo requirió se encontraba en condiciones de hablar, pero estaba tan aterrado que prefirió no hacerlo.
El otro brutal episodio tuvo como víctimas a tres hombres que abandonaron una fiesta de cumpleaños para perseguir al ladrón que interrumpió el festejo para robar una bicicleta. El único dato con el que contaban era que el arrebatador tenía una camiseta de Newell's y en un auto salieron tras él.
No habían recorrido más de cinco cuadras cuando dieron alcance al ladrón. Pero antes de recuperar el rodado, un grupo de hombres se interpuso para defenderlo de sus perseguidores.
Los que intentaban recobrar la bicicleta fueron duramente golpeados. Rubén Darío Escobar recibió dos puñaladas y fue internado en el Hospital Provincial y Eleuterio Delgado, de 38 años, fue hospitalizado por una fractura de maxilar en el Hospital Centenario. La denuncia la realizó el cuñado de ambos, Héctor Silva, quien se comunicó inmediatamente con la policía desde el lugar donde ocurrió la agresión, en Paulo VI y Pavón.
Al llegar al lugar la policía detuvo al presunto ladrón con la camiseta rojinegra, Guillermo David Hidalgo, de 20 años, y a uno de sus cómplices, Ricardo Márquez, de 21. Fuentes policiales indicaron que ambos contaban con requerimiento de captura de distintos juzgados de Instrucción.
Escobar y Delgado fueron trasladados al Hospital Gamen, de Villa Gobernador Gálvez, después del ataque y luego derivados a los centros asistenciales de Rosario, donde quedaron internados fuera de peligro.
La Ciudad
