| | cartas Pandillas urbanas
| Las corrientes piqueteras que se han venido adueñando de las rutas, calles y ciudades de Argentina y otros lugares, sobre todo de Latinoamérica, son movimientos populares que se han gestado décadas pasadas con fines políticos. También pasó a la historia en la Revolución Francesa sin mucho éxito, ya que la toma de la Comuna de París duró poco tiempo. En estos últimos meses hay un "revival" de estos movimientos, con el fin de desestabilizar a los gobiernos. Los que manejan estas pandillas han accedido a puestos políticos y cobran su sueldo con el dinero del pueblo, al cual están perjudicando con desórdenes de todo tipo. A lo largo de la historia, estos movimientos fracasaron en su intento y terminaron dispersos. Otros intentan resurgir y se reúnen en diversas "cuevas". En las revueltas lamentables de diciembre 2001, destrozaron comercios en los saqueos de gente trabajadora, comerciantes que viven sólo de su trabajo y no de la función pública como ellos. A estos comerciantes nadie les dio una mano para recuperarse. Enumerar las enormes molestias que estas pandillas urbanas ocasionan a la comunidad todo el tiempo no vale la pena, porque todos las ven cotidianamente. El desastre que hicieron esta semana en la plaza San Martín de nuestra ciudad, con música con altavoces, perjudicando a los vecinos, dejando basura a su paso, demuestra que los organizadores y participantes padecen de una falla mental altamente psicológica, que no les impide vivir en sociedad. Esta actitud pone en evidencia que la finalidad es destruir y llamar la atención de cualquier manera. Martina Fos
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