El turf tiene una crisis muy profunda en toda su magnitud. Sufre la merma de reuniones hípicas, el desinterés cada vez mayor del público, los altos impuestos y como si esto fuera poco, una crisis agravada por dirigentes que no han sabido actualizarse para sobrellevar adelante este trance. En la década del 70 hacían sus primeras armas en nuestro medio dos destacados profesionales de la actualidad. Uno venía de la provincia de Córdoba -Carnerillo- de la mano del cuidador Aurelio Palacios, mientras que su colega provenía de una familia de turfman, desde el hipódromo santafesino de Las Flores: la familia Fuentes.
Se trata de Mario Juan Comadreja Palacios y Juan Carlos Machito Torres. Ambos integran actualmente la gremial de profesionales del turf y son responsables de llevar adelante la diferentes negociaciones con los directivos del Jockey Club. Sobre la realidad actual en el Independencia, Mario Juan refiere que "los que ponen el hombro son todos aquellos que trabajan en el tattersall, con el imprescindible apoyo de muy buenos patrones (propietarios de s.p.c). Pero eso no alcanza, porque el aporte del Jockey Club es insuficiente. La entidad recauda una importante cifra proveniente de la Asociación de Hipódromos, por el simulcasting, como así también por la venta de boletos foráneos en Rosario. Pero permanentemente sus directivos aducen que la actividad hípica que manejan es deficitaria".
En tanto Juan Carlos dice que: "hace tiempo que el Jockey Club formula una serie de promesas, pero hasta el momento no se ha logrado una verdadera mejoría para la actividad. Por fin, después de reiterados pedidos, esta semana anunciaron el nombramiento de un organizador de carreras, cargo fundamental que hace tiempo se encontraba vacante". Otro tema es el estado de las pistas. Torres indicó categóricamente que: "el Jockey Club debe destinar lo más pronto posible una partida para cambiar totalmente los contrapisos y mejorar el estado de la cancha principal". Además agrega que: "En estos tiempos la pista principal tiene un mantenimiento mínimo: le pasan la rastra, la riegan y la caracolean, pero se necesitan más horas de trabajo para mejorarla. No es algo imposible, hay que poner más tiempo, más empeño y más voluntad para que esto salga adelante y se eviten accidentes cada vez más probables por el estado actual del óvalo grande".
Por su parte Palacios expresó que: "deben cambiar los horarios de las labores de mantenimiento, porque la jornada de los obreros encargados de la tarea se superpone con los ejercicios matutinos de los caballos. Como esta labor de entrenamiento no puede ser modificada, lo lógico sería que se cambie el horario de ingreso del personal encargado de las tareas en la pista. Actualmente no se pueden destinar al mantenimiento más de tres horas diarias, cuando podrían ser siete si se coordinaran bien los horarios".
Por otra parte, ambos jinetes están preocupados por la continuidad de las prestaciones de la Aseguradora de Riesgos del Trabajo que protege a jockeys, aprendices y alumnos de la escuela de aprendices. Juan Carlos explica que: "se trata de los permanentes atrasos de la parte que abona el Jockey Club. Todavía no se han hecho los aportes correspondientes a septiembre, que se prometieron recién para estos días. Pero lo cierto es que necesitamos que se cumpla este compromiso con la máxima puntualidad, puesto que de no hacerse podría haber sorpresas muy desagradables en caso de un eventual accidente", dijo.
En tanto Mario, a su vez, dice que: "después de mucho bregar han logrado, por fin, una media palabra de los directivos del Jockey Club para tratar de ponerse al día lo más pronto posible". "Recién se va a regularizar septiembre con cheques posdatados -pese a que todos los tributos nacionales deberían ser abonados al contado- y todavía faltan octubre y noviembre. Porque esa plata es nuestra, lo que ellos aportan para la ART son apenas 300 pesos por mes, que corresponde a los alumnos de la escuela de aprendices".
Bolsa de premios
Otro tema ineludible es el monto de la bolsa de premios de las reuniones hípicas locales. Palacios presume que: "el Jockey Club no destina la totalidad de los ingresos hípicos al turf, aunque esto no lo pueda comprobar en los hechos ya que es del resorte privado de la institución. Aunque la actividad fuese verdaderamente deficitaria -agrega- es menester que los directivos busquen la manera de revertir la situación y mejorar los premios con otro tipo de ingresos. Porque será la única forma de jerarquizar los espectáculos, recuperar público y aumentar las recaudaciones por venta de boletos".
Nosotros -alude- "estimamos que las reuniones hípicas rosarinas deberían tener una bolsa de premios no menor a los 35.000 pesos por jornada, para intentar salir de una agonía que está asfixiando cada vez más a cientos de familias que viven directa o indirectamente el turf local. De paso quiero decir que los jockeys tenemos especial preocupación por la parte económica. Si mejorase la bolsa de premios, también aumentarían los ingresos de los pilotos, que se componen exclusivamente de porcentajes de los premios de las carreras". En tanto, Torres no deja pasar la ocasión para recordar que: "tradicionalmente se ha dicho que el Jockey Club destina fondos del turf a sus actividades sociales y al Country Club de Fisherton". "Ha sido vox populi, desde que yo estoy en Rosario". "El rumor dice que hasta hay empleados del Country que en las planillas figurarían como trabajando en el hipódromo. Si esto es cierto, se explica que el turf sea declarado deficitario por la comisión de carreras", afirmó el jockey.
El siguiente punto en el tapete es una eventual tercerización del hipódromo Independencia, algo que acaba de realizar -por ejemplo-, el Jockey Club de Santa Fe, admitiendo que la institución no estaba en condiciones de sostener con dignidad la actividad hípica de la capital provincial. Sobre ello Machito comentó que: "podría ser bueno siempre y cuando se haga con seriedad y con las personas adecuadas. Posiblemente sea el camino más rápido para solucionar los problemas del Independencia. Nosotros esperamos con muchas ansias que la actual decadencia termine de una vez y una privatización podría ser la salida para todos nuestros compañeros. A nosotros oficialmente no nos comunicaron nada, pero tenemos entendido que han recibido varias propuestas".
En tanto Palacios lo ve también como una posibilidad concreta de progreso, ya que: "un particular trataría de organizar espectáculos de mucha jerarquía, no sólo para el público local, sino buscando otros horizontes para vender boletos en simulcasting.
La Ciudad
