El diputado nacional Rubén Giustiniani, del Partido Socialista, aseguró que el proyecto para despenalizar el aborto, que presentó semanas atrás en el Congreso Nacional, sigue en pie y no fue retirado por el disgusto o molestia causados en la líder del ARI (Argentina por una República de Iguales), Elisa Carrió. Giustiniani lo negó y hasta se asombró de la pregunta si Carrió pidió sacar de comisión el proyecto como condición para volver al diálogo con los socialistas, reanudado el jueves que pasó tras unas semanas de distanciamiento. "Para nada. El proyecto ingresó a la comisión de Legislación Penal, allí será tratado y luego girado a la de Salud Pública y a Minoridad y Familia", dijo Giustiniani a La Capital. "Una vez analizado en las tres comisiones será sometido a votación en las cámaras". En los corrillos políticos se mencionó que cuando los socialistas presentaron en conferencia de prensa la iniciativa, Carrió habría saltado e interpretado eso como una provocación para acordar nombres de las futuras candidaturas. "Saben que soy una ferviente católica y hacen eso para molestarme", habría exclamado la legisladora según lo que se encargaron de reproducir algunos de quienes habitualmente la rodean. Para Giustiniani las molestias no fueron tales. Por el contrario se encargó de considerar "altamente positivo y reconfortante" que el 70 por ciento de la gente lo apruebe, según surge de la encuesta de Mautone, pero aclaró que no es más ni menos que actualizar la legislación de acuerdo a lo que recomiendan organismos internacionales como Naciones Unidas y la Organización Panamericana de la Salud. "Algunos sectores opinaron que esto podría ser la prueba de ensayo para la legalización del aborto", le observó este diario. "No. Quienes dicen eso están equivocados. No planteamos la legalización del aborto, sino la despenalización en determinados casos, nada más que eso. Y no creemos en el aborto como plan de salud reproductiva".
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