Recordaron en Cañada de Gómez a las víctimas de la inundación

A dos años de la tragedia plantaron un árbol en homenaje a los tres muertos

Walter Gasparetti / La Capital

Cañada de Gómez. - Las tres víctimas fatales que dejó como saldo la inundación del pasado 22 de noviembre de 2000 fueron recordadas en un sentido homenaje organizado por vecinos nucleados en la Asamblea Permanente para el Control de las Inundaciones. Al cumplirse dos años del trágico episodio, plantaron un árbol en sus memorias en el predio de la Escuela Municipal Pedro Reün.
"María Marta Cabrera, Abel Gherardi, Alejo Rivadero, el mensaje es no olvidarlos. Hoy nos convocamos porque es una forma de unir voluntades para que este episodio no vuelva a ocurrir y si la naturaleza nos juega una nueva mala pasada que nos encuentre preparados", dijeron los integrantes de la organización.
Un centenar de cañadenses participó del acto que se realizó en una zona cercana a la que soportó la inundación. Los dirigentes del organismo aprovecharon el momento y la presencia de las autoridades para recordar que a dos años del aluvión "aún no hay una solución al problema".
"Hay que actuar con inteligencia para que los obstáculos puedan ser removidos. Recién pusimos un pie en un escalón empinado", sostuvo la vecina Raquel Martínez en el encuentro. En efecto, un convenio firmado hace unas pocas semanas indica que en mayo del año próximo estará finalizado el proyecto definitivo de ampliación de obra.
Ese acuerdo, impulsado por las autoridades provinciales, fue consensuado entre los equipos de Hidráulica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y se firmó con las autoridades y vecinos afectados por el meteoro.
La reunión permitió generar un espacio de reflexión para recordar a las personas fallecidas. La escritora Marta Pérez Colman aprovechó la ocasión para relatar un cuento de su autoría que reflejó de cuerpo entero los padecimientos que soportaron los cañadenses durante los días de la inundación.
La plantación del árbol (un palo borracho donado por la Agrupación Arbolado) fue realizada por familiares de las personas fallecidas. Previo a esa acción se leyeron varias cartas, entre otras, una enviada por el presidente comunal de Aarón castellanos, Eduardo Salleras.
"Que el agua que ingrese a este tronco se transforme en flores y no en lágrimas", escribieron los integrantes de la agrupación. Los vecinos también pidieron reflexionar sobre las dificultades que evidencian a la hora de encontrar una solución que devuelva tranquilidad a la comunidad.

Abel Gherardi murió aplastado por su vehículo. (Foto: César Arféliz)