Nelson se empobreció. Los comerciantes estiraron cuanto pudieron el crédito, los vecinos empezaron a comprar menos y en muchos casos aprendieron a comer más salteado. "Sufrimos muchísimo", admite Rosa Avalo, ex operaria del frigorífico que pese a su juventud pronto será abuela. Nidia Guarda de Valenti, maestra, graficó las penurias: "Ampliamos el comedor, multiplicamos la copa de leche porque se notaba hambre en muchos alumnos, suplimos materiales que los chicos no podían conseguir". En una primera etapa, que se concretaría a fines de febrero o a mediados de marzo venidero, el nuevo frigorífico Finescor SA habrá dado trabajo a 450 personas. En ese momento se prevé una faena promedio de 500 cabezas diarias de novillo. La planta se propone trabajar a ese ritmo 21 días al mes, la proyección da 10 mil cabezas mensuales y 120 mil en el año, lo que supone una fuerte erogación, dado que un novillo en pie cuesta cerca de mil pesos.
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