Una de las consecuencias de la devaluación del peso fue el aumento sideral de los insumos de informática. Los precios de las computadoras subieron al mismo ritmo que el dólar y a la vez se transformaron en un botín codiciado por delincuentes comunes y comerciantes truchos. Para combatir ese próspero mercado ilegal comenzó a funcionar una base informatizada de datos de artículos robados, que será monitoreada por la Unidad Regional II y la Cámara de Empresas Informáticas del Litoral.
La experiencia, inédita en Rosario, funcionará de forma parecida al registro de autos robados. La iniciativa surgió en reuniones que integrantes de la entidad empresarial mantuvieron con autoridades policiales. La iniciativa tuvo tal impulso que los expertos tanto de la parte privada como de la sección Análisis Delictivo de la policía de Rosario no tardaron en crear el archivo, que ayer mismo comenzó a recibir los datos de los últimos dos comercios que fueron robados esta semana en la zona céntrica de la ciudad.
"Lo principal es que todo comerciante o persona particular que haya sufrido un robo y conserve la factura de compra con los número de serie de los artículos, aporte esos datos. Con esto pretendemos cerrar el mercado y poner una traba a quienes roban computadoras y después salen a ofrecerla a bajos precios. También buscamos evitar que un comerciante compre mercadería malhabida y se transforme en un involuntario reducidor ", comentó Miguel Angel Marcogliese, presidente de la cámara que agrupa a los comerciantes del ramo en Rosario y Santa Fe.
La inquietud se disparó luego de que se conocieran dos atracos en locales del ramo en menos de quince días en el centro de la ciudad. Pero no sólo las casas de computación son las "elegidas" por los delincuentes. También se roban computadoras de inmobiliarias, escuelas, locales y clínicas. "Los equipos están caros y por eso se las roban en distintos lugares", agregó Marcogliese.
El asunto fue planteado por los comerciantes en una reunión que mantuvieron con el titular de la seccional 2ª, comisario principal Osvaldo Toledo, ya que muchos de esos casos sucedieron en esa jurisdicción. "Tuvimos una recepción excelente -dijo Marcogliese-. Nos pusimos de acuerdo en trabajar juntos y nos propuso crear una base de datos con los números de serie de las máquinas. Le respondimos que era posible y ahí no más nos puso en contacto con personal de la sección Análisis Delictivo de Jefatura".
Base de información
Los peritos policiales y empleados de la Cámara trabajaron juntos en la confección del programa. La base está armada para que consten los números de serie impresos de fábrica y la descripción general del producto robado (marca y modelo, por ejemplo). La idea es que cuando se produzca una sustracción, los comerciantes vuelquen esa información en la base de datos.
Los datos de los objetos robados quedarán registrados en Análisis Delictivo, desde donde supuestamente partirá la investigación policial. Otro punto de la iniciativa es que el registro también está disponible para aquellas personas o instituciones que no estén afiliadas a la Cámara. Así, un usuario particular al que le robaron la computadora dentro de su casa puede dejar plasmados en el sistema los datos de su PC con solo presentar la factura de compra, su DNI y la denuncia del robo.
"Es la primera vez que una cámara comercial trabaja juntamente con la policía", señaló Miguel Marcogliese. "Además de denunciar, cada comerciante podrá acceder a la base de datos y chequear si el artículo que le ofrecen fue robado o no".