"No estamos exentos de una muerte por desnutrición", admitió ayer el gobernador Carlos Reutemann en Santa Fe cuando se le advirtió que, con el caso de un chico con desnutrición grave internado en Reconquista, la peor cara de la crisis también irrumpió en la provincia. "No hay ningún tipo de justificación para que eso ocurra, en un país que tiene la capacidad para producir alimentos. No hay ninguna excusa ni justificación para cuando se muere una criatura de hambre", aseveró el mandatario.
Pese a aceptarlo, Reutemann defendió los guarismos oficiales que indican una reducción a la mitad de mortandad infantil en la provincia en la última década. "Podemos dar como dato concreto que en la provincia de Santa Fe, la disminución de la mortalidad infantil de 1991 a la fecha bajó del 28 por mil al 14 por mil en el año 2001. Este es el dato concreto pero no desconocemos los datos que ahora se conocen", dijo el gobernador al verse obligado a abordar el tema en rueda de prensa, a la que convocó luego de reunirse con su gabinete.
Oscilando entre la indignación y la autocrítica al abordar los casos de desnutrición, enfatizó que "no hay ningún tipo de justificación para que eso ocurra, en un país que tiene la capacidad para producir alimentos. No hay ninguna excusa ni justificación para cuando se muere una criatura de hambre" y llamó a todos los sectores a que junto al gobierno "sectores de organizaciones no gubernamentales y los más interesados que son los padres, porque hacemos un enorme esfuerzo para detectarlos, pero es necesario que en determinados casos alguien avise. Si no aparece la madre llevando el caso, se nos hace muy difícil detectarlo. Necesitamos trabajar mancomunadamente entre todos".
Casos "extremadamente complejos"
Al respecto y considerando que se trata de casos que son "extremadamente complejos y sensibles", advirtió que la provincia "no esta exenta de una muerte por desnutrición" por cuanto -reveló- "estamos viendo nacer criaturas de 500 y 600 gramos".
En la reunión con sus colaboradores, el mandatario analizó -entre otros asuntos de Estado- la situación social de la población más desprotegida de la provincia, según se dijo, y se ratificó fortalecer las partidas de fondos del presupuesto 2003 para las áreas específicamente encargadas de afrontar los estragos que está haciendo la crisis en los sectores más pobres: salud y promoción comunitaria. Pero pidió ser excusado de brindar precisiones sobre el futuro de los planes sociales de la Nación que, aseguró, todavía desconoce.
El ministro de Salud santafesino, Fernando Bondesío, ordenó ayer el refuerzo de la entrega de leche fortificada, y efectuó -se indicó oficialmente- una compra por 400 mil pesos. También señaló que se espera la llegada de una remesa de más de 150 mil kilogramos extras de leche enviada por el gobierno nacional.
Bondesío destacó que "después de una reunión del gabinete de Salud hemos chequeado cómo se encuentra la provincia en lo referente a los consumos de leche medicinal, fortificada y tenemos constatado que existe un abundante stock en la Droguería Central, por eso se dispuso incrementar el reparto en cuanto a las cantidades".
Luego, agregó el funcionario que "se va a fortalecer la entrega en la Municipalidad de Rosario, donde estábamos en los 10 mil litros y ahora estamos previendo llegar a los 18 ó 20 mil litros".
El funcionario señaló que se desarrolla "una política integrada con Promoción Comunitaria y trabajamos especialmente en tres edades: hasta los dos años de edad se encarga el Ministerio, de los dos a los cinco lo hace Promoción Comunitaria y de cinco años en adelante se instrumenta por medio de los comedores escolares y comunitarios que se encuentran dispersos en el territorio provincial".
Bondesío dijo que la última encuesta realizada en agosto último vinculada a la nutrición reveló que "tenemos cerca de un 17 por ciento de chicos de entre uno y dos años con problemas de desnutrición crónica". Sin embargo, destacó que la mortalidad infantil "es una de las más bajas del país".
Según los datos oficiales recabados de 2000 a 2001, la moralidad infantil en la provincia se mantiene en el 14,3 por ciento, mientras que el promedio general del país es de 16,3 por ciento. La mortalidad neonatal en Santa Fe se redujo de 523 casos en 2000 a 470 casos en 2001. (Télam y Dyn)
La Ciudad
