Hacia adelante. La administración Binner ya está cerrando los números del presupuesto municipal para el 2003, en el que se confirma la tendencia: habrá más recursos para salud, seguirá el apoyo a promoción social y al plan de erradicación de villas. Esta vez el recorte apunta a las obras públicas, que sin duda recibieron el impacto de la devaluación. "Preferimos parar totalmente la obra pública y darle de comer a la gente", afirmó ayer el intendente Hermes Binner, quien destacó el perfil "solidario" de la propuesta. Mientras, varios centenares de vecinos esperaban su llegada para lanzar el proyecto de distribución de recursos que se acordó con ellos y que representa el 8 por ciento de lo dispuesto en las cuentas generales.
"Podemos vivir tiempos peores, pero si somos solidarios y nos encuentra unidos en la cuestión social, evitaremos situaciones como las que vimos en Tucumán". Este es el eje de la política que trazó el intendente para el 2003 y allí se explica la asignación de las partidas según las distintas áreas.
Para el año próximo, el presupuesto está calculado en 295.841.347 pesos. De ese total, casi 24.300.000 serán destinados a los proyectos impulsados por los vecinos de los seis distritos de la ciudad.
La Secretaría de Promoción Social contará con un refuerzo en las partidas y dispondrá de 21.361.856 pesos, lo que representa el 7 por ciento del presupuesto total. Binner dejó en claro más de una vez que la asistencia alimentaria será clave.
Otra de las secretarías que verá reforzadas sus partidas será la de Salud Pública. Se le destinarán 75.117.744 pesos, que representan un cuarto del presupuesto total. El Laboratorio de Especialidades Medicinales (LEM) contará con más de un millón de pesos para ampliar la producción de medicamentos, una de las prioridades en la que coincidieron la mayoría de los vecinos.
Es que ayer Binner presentó el proyecto de presupuesto participativo 2003, en un acto que tuvo lugar en el caluroso teatro La Comedia, al que asistieron habitantes de distintas zonas de la ciudad y la mayoría del gabinete municipal.
Obras Públicas tendrá casi 31 millones y medio. Ese monto representa el 10,6 por ciento del presupuesto total, cuando ese área disponía de casi el 20 por ciento de los fondos a la hora de diseñar los gastos en el 2001.
Sin embargo, no estará todo congelado en esa materia, ya que el Servicio Público de la Vivienda (SPV) contará casi con 7.400.000 pesos. Esta es otra de las necesidades remarcadas por los vecinos de la zona oeste.
También se ampliarán los fondos para Servicios Públicos, sector que contará con casi el 20 por ciento de la torta (unos 58 millones). En ese sentido, la gente reclamó un incremento de más de 3 millones para la recolección de residuos y clamaron por la ejecución de obras de iluminación.
Asimismo propusieron trabajos de mantenimiento y reparación en las calles, plan de estabilizado a bajo costo, carpeta asfáltica en caliente y pavimento definitivo.
Por el Concejo Municipal volverá a pasar la tijera. Esta vez dispondrá de poco más de 7.700.000 pesos. Atrás quedaron los tiempos en que los ediles podían gastar casi el doble.
Planeamiento también tendrá que ajustarse. Apenas contará con 2.700.000 pesos, lo que no llega a representar ni el 1 por ciento del total de gastos.
Rumbo al Concejo
El presupuesto general será presentado "en los próximos días" ante el Concejo Municipal, según anticipó Binner. En el Palacio Vasallo aún siguen las negociaciones para lograr juntar 28 votos y rechazar el veto del intendente al recorte de fondos realizado por los ediles de la oposición en el proyecto para el 2002. Y ya se descuenta que la discusión por la ley de leyes a nivel local para el año que viene también estará cargada de polémica. Pero esta vez los legisladores rosarinos tendrán la mirada de los vecinos puesta sobre ellos.
"Tenemos el compromiso moral de que se realicen las acciones que pidió la gente y las vamos a hacer", exclamó Binner ante el auditorio de La Comedia.
Ahora se debe reglamentar la constitución de los consejos de vecinos que permitirán lograr otro de los objetivos de un presupuesto participativo: el control de lo que se gasta por parte de la ciudadanía.