El Papa Juan Pablo II condenó ayer el ataque palestino contra colonos judíos efectuado el pasado viernes en Hebrón. El pontífice, durante el rezo del ángelus, calificó lo ocurrido de "vil ataque" y afirmó que comparte el sufrimiento de las víctimas. "El ataque tuvo lugar a pocos metros de la tumba del patriarca Abraham, a quien reconocemos como nuestro padre común en la fe", subrayó. Abraham es venerado por igual por judíos, musulmanes y cristianos.
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