Alejandro Cachari / La Capital
El paso de las horas no lo hizo cambiar de opinión a Miguel Angel Russo. Todo lo contrario. El entrenador canalla ratificó ayer, desde Buenos Aires, después de presenciar por TV el gran triunfo de Banfield -próximo rival de Central- sobre Independiente, lo dicho el sábado por la noche en Santa Fe y volvió a inmiscuirse peligrosamente en una interna que puede perjudicar a Central como lo es la disputa por el poder arbitral que viven desde siempre la Asociación Argentina de Arbitros (AAA) y el Sindicato de Arbitros de la República Argentina (Sadra). "Dije la verdad. Los jueces de línea y los cuartos árbitros del Sadra no tienen la categoría, ni la experiencia de los de las tres A (AAA); hay una diferencia muy grande", sentenció de arranque el entrenador canalla. -¿No te metés en una disputa que no te corresponde? -Ahora quiero que me dirijan todos los partidos los árbitros de las tres A, no quiero más del Sadra, eso es lo que pretendo. -El sábado involucraste entre los responsables al cuarto árbitro y Rubén Giménez es de la Asociación Argentina de Arbitros. -¿Cómo? -El cuarto árbitro que cuestionaste no es del Sadra. -Me referí a él por mi expulsión y todas las del banco. -Pero es de las 3 A. -Qué se yo, es un quilombo bárbaro. -De todas maneras, tu declaración parece fuera de contexto porque te metés en una disputa que no es tuya. -Lo que pasa es que todos los líos son del Sadra, ya estoy podrido. A mí me agarran todos los del Sadra. Fijate cuántos árbitros que no sean del Sadra dirigen a Unión. -Pero con Giménez Unión ganó como local por primera vez el sábado. -Está bien. -¿No creés tener parte de responsabilidad por tu reacción? -Mi reacción por una expulsión injusta no tiene nada que ver con que Giménez cobre mal. -¿No obraste como disparador de los nervios de tus jugadores? -Estás hilando muy fino. El equipo ya estaba nervioso. Lo tuve que sacar a Mandra porque (Giménez) no nos dejaba avanzar. Es la primera vez que me pasa que tengo que hacer un cambio táctico porque el árbitro no me deja avanzar. Me metía adentro de un arco (N de R: en un lapso del partido Central llevaba cometidas 15 infracciones y 5 de ellas se las habían cobrado a Mandra supuestamente por agarrar al defensor). -¿Querés decir que Giménez dirigió para Unión? -Digo que por momentos no me dejó avanzar. -Esa es una acusación grave. -Lo había agarrado de punto (a Mandra). -Pero entonces Giménez corrompió el reglamento. -No sé. El entendía que Mandra hacía todos foules y yo lo solucioné de otra manera. En lugar de gritarle y protestar, lo cambié. -Pero hasta los 80 minutos Central ganaba el partido. -Sí, estábamos ganando y tenemos que saber manejarlo; ese es otro tema. -¿Hacés un mea culpa? -Es que jamás hablo con los árbitros, con nadie. -Pero le estuviste gritando tres minutos al árbitro mientras seguía el partido. -Eso fue después de la expulsión. Les gritaba al cuarto árbitro y al línea. -No, a Giménez le gritabas. -Porque se deja llevar. Le decía que el cuarto árbitro y el línea no lo ayudaban, le armaban todo el lío. En ningún momento lo insulté. -¿Central se está manejando mal en este ítem? -Yo no dije eso. -Hay directivos que amenazaron con renunciar si esto sigue así (el vicepresidente segundo Ricardo Ferguson). -No sé nada de eso. -El secretario (Néstor Mascó) reconoció que te enloqueciste un poco. -Está bien. -La sensación es que no todos opinan lo mismo. -A mí no me importa. Es muy fácil decir que uno se descontroló o no. Hay que estar ahí también y ver cómo se desarrollan los hechos.
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