El entrenador de Independiente, Américo Gallego, asumió anoche toda la responsabilidad por la caída que sufrió ayer su equipo ante Banfield, al atribuirse errores decisivos en los cambios.
"La derrota es culpa mía, me equivoqué en los cambios", enfatizó Gallego en una desordenado y breve diálogo con los cronistas, apenas finalizó el partido disputado en el estadio de Vélez Sarsfield ante Banfield.
El técnico rojo envió al campo de juego al armador Christian Gómez, a los 27 minutos del primer tiempo, en lugar del lesionado Daniel Montenegro, y después lo reemplazó por Emanuel Rivas en el tramo final del partido, procurando solucionar el funcionamiento del equipo.
"Igual, en la semana podemos cambiar lo mal que jugó el equipo. Nos queda una alternativa en el partido con Boca. Perdimos tres puntos importantes, no jugamos bien", admitió el director técnico del todavía líder del torneo Apertura.
Gallego observó que el equipo perdió varios "contragolpes" cuando ganaba 1-0 y que cometió errores defensivos, justo la zona donde más cambios realizó.
"Si uno quiere salir campeón tiene que cuidar mucho los detalles. Nos hicieron un gol de pelota parada y después nos metimos atrás, ese fue un error", añadió Gallego.
Luego, intentó levantar el ánimo del plantel y de los simpatizantes del rojo: "Nos tenemos mucha fe, hay que ganarle a Boca para salir campeón y es lo mejor que nos puede pasar".
Por último, dijo que "nunca" pensó que la diferencia sobre Boca sería ahora de sólo de "tres puntos"". De todos modos, aseveró: "Nunca tengo miedo. Vamos a ganar el domingo y a salir campeón. Yo quería salir campeón hoy, pero habrá que jugarse la vida en Avellanada".
A unos metros de Gallego, el defensor Gabriel Milito y el mediocampista Diego Castagno Suárez, acaso los dos líderes del plantel rojo, coincidieron en que la derrota ante Banfield "no estaba en nuestros planes". (DyN)
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La Ciudad
