| | Denuncian apremios al hijo de un ex comisario Tiene 16 años y dijo que fue golpeado por agentes del Comando Radioeléctrico en barrio Belgrano
| Un oficial retirado de la policía rosarina denunció que su hijo fue golpeado con brutalidad tras ser detenido por efectivos del Comando Radioeléctrico en el barrio Belgrano. El caso fue presentado ayer en un juzgado correccional de los Tribunales provinciales. Según indicó el comisario inspector retirado Francisco Juan Lipinski, su hijo Martín, de 16 años, estaba sentado con cuatro amigos en la esquina de Kay y Tucumán, cerca de la escuela Nº147, cuando fueron detenidos por efectivos del Comando Radioeléctrico. Cerca de las 15.30 del miércoles, Martín estaba apoyado sobre muletas porque había sufrido un accidente de de tránsito en junio pasado y se había fracturado la tibia, el fémur y el peroné. Al parecer, la portera del establecimiento educativo llamó a la policía porque, según ella, los chicos "la habían molestado". Tres vehículos policiales llegaron entonces al lugar. "Le preguntaron a los chicos dónde quedaba la calle Kay, se metieron en la escuela y después fueron hacia donde estaban los pibes", explicó Lipinski. Uno de los policías golpeó allí a Martín. Fue inútil que el chico explicara que tenía una herida "de 30 centímetros" no cicatrizada en una de sus piernas, ya que recibió más golpes. En tanto, uno de los amigos de Martín corrió la misma suerte: también fue golpeado con ferocidad. "El policía le preguntó el nombre. «Alan», respondió el pibe, y entonces (el uniformado) le dijo «estás nominado» y le pegó un sopapo". Los cinco jóvenes fueron introducidos con violencia en el patrullero 2215 del Comando Radioeléctrico y conducidos a la comisaría 17ª. Allí fueron alojados en "un cuartito de un metro, sin ventilación y con una sola puerta que estaba cerrada". Más tarde, cuando llegó a la seccional 17ª, Lipinski fue recibido por un oficial principal "que se negó a identificarse y a suministrar el número del móvil" que había llevado detenidos a los adolescentes. Mientras tanto, los dolores en la pierna se le hacían insoportables a Martín. Ya llevaba tres horas en esa posición y le habían negado una silla. Después de ver los padecimientos que debía soportar el muchacho, Lipinski tomó el teléfono de la comisaría y llamó al jefe de la Unidad Regional II, Jorge Pupulín, para plantearle lo que el oficial retirado consideraba como una situación irregular. El intento fue en vano. "Me respondieron que Pupulín no podía atenderme porque estaba ocupado", recordó el oficial. Después me comuniqué con (Ernesto) Gratarola (jefe de Orden Público) y me dijo que iba a llamar, pero no lo hizo". Ocho horas después, cuando Lipinski ya se había retirado de la comisaría de Donado al 900 bis, llegó el médico policial para revisar a los jóvenes detenidos. Recién en ese momento, los adolescentes quedaron en libertad. Convencido de que la policía "debe desterrar estas prácticas irregulares", ayer a la mañana el oficial retirado denunció el caso en el juzgado correccional Nº9, a cargo de Héctor Núñez. Lipinski también se contactó con la directora de Asuntos Internos, Leyla Perazzo, para denunciar el suceso. "Me dijo que iban a investigar para corroborar lo que denuncié", afirmó.
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