El intendente vetó el recorte que el Concejo aplicó al presupuesto 2002

Binner desechó el ajuste de 28 millones y pretende utilizar 294 millones de pesos durante este año

El intendente Hermes Binner firmó ayer el veto rechazando la ordenanza Nº 7.431 mediante la cual el Concejo Municipal recortaba 28 millones de pesos al presupuesto de 2002. Ahora son los ediles de la oposición los que deberán tratar de conseguir los dos tercios de los votos si quieren torcerle el brazo al Ejecutivo local para persistir con la poda.
Tal como lo adelantó La Capital en la edición de ayer, Binner firmó el mensaje Nº44 mediante el cual echó por tierra con la ordenanza que achicaba los fondos del presupuesto de este año. El titular del Ejecutivo envió ayer mismo el mensaje al Palacio Vasallo luego de que fuera rubricado por el secretario de Hacienda, Angel Sciara, y por el subsecretario de Gobierno, Pablo Saccone.
"Este recorte que pretendían aplicar los concejales era un verdadero zafarrancho", afirmó Sciara. Los ediles pretendían ajustar el presupuesto en 28.431.666 pesos. El titular de la cartera económica apuntó que esa cifra representa el 10 por ciento de los gastos corrientes, de capital y de aplicación financiera estimados para la administración central, es decir, 284.316.663.
El economista insistió con definir al presupuesto como la manifestación económico-financiera de un plan de gobierno, y explicó que por esa razón "la ordenanza establece con claridad que el Concejo sólo puede aceptar o rechazar el mensaje del Ejecutivo y no debe modificar el mensaje".
Los ediles tienen ahora la última palabra. Durante las próximas cinco sesiones deberán tratar de conseguir 28 voluntades para rechazar el veto. Si los dos tercios del cuerpo no se oponen al mensaje enviado ayer por el intendente, entonces quedará firme el presupuesto enviado originalmente que contempla 294 millones de pesos para utilizar durante este año.
Sciara consideró "una total arbitrariedad" el recorte que pretendieron aplicar los ediles de la oposición, encabezados principalmente por la cavallerista Hilda Gontín y el radical usandizaguista Raúl Milano.