Mauricio Maronna / La Capital
"¿Vio cómo anda Central Córdoba? A lo mejor puedo ser presidente del club", suelta Hermes Binner cuando finaliza la entrevista con La Capital. Es uno de los pocos momentos en que el intendente se relaja y larga una carcajada. Antes, visiblemente molesto por el proyecto para modificar la ley de lemas, el líder del Partido Socialista atacó sin piedad al justicialismo santafesino: "Están destruyendo a los partidos políticos y trampeando a la gente".
-¿Cómo le cayó el proyecto de ley para modificar la ley de lemas?
-Estamos a merced de los humores y conveniencias del justicialismo. A nivel nacional lo estamos viendo con una crudeza espeluznante, con mecanismos que inclinan la balanza dejando a la Nación pendiente de esas decisiones arbitrarias. En Santa Fe pasa algo similar; después de dos gobiernos cuyos vicegobernadores terminaron presos, el PJ recurrió a una fórmula como la ley de lemas para poder seguir ganando, ya no como simple mayoría, sino complicando la situación. Acá hubo una persona que fue electa concejal por portación de apellido, y lo apodaron clon; luego tuvimos otro caso mediante el cambio de la sigla ARI, y la llamaron ovejita Dolly. Ahora resulta que está en carrera por esta ley alguien que pertenece a otra agrupación política, que es el Polo Social... Se sigue confundiendo a la gente, y mezclando al gobierno con los intereses partidarios. Es muy grave para la democracia lo que está sucediendo con la ley de lemas. Pero no se contentan con eso...
-¿Por qué lo dice?
-Ahora desempolvaron un viejo proyecto para asegurarse el continuismo; es gravísimo para la democracia. Están destruyendo a los partidos políticos y trampeando a la gente. Las encuestas dicen que el 88,3% de la población sostiene que hay que derogar la ley de lemas. De persistir estas situaciones acomodaticias el voto bronca seguirá creciendo. Norberto Bobbio decía que a los males de la democracia se los supera con más democracia, y aquí, en Santa Fe, a los males de la democracia se los quiere superar con restricciones.
-¿Usted responsabiliza a Reutemann por esta situación?
-No. Todos tenemos un poco de responsabilidad... Los que votaron la ley de lemas y los que la usaron para encubrir hechos dolosos.
-¿Se trata de impedir que usted sea gobernador y que el socialismo siga gobernando Rosario?
-Desde el punto de vista institucional significa que se degrada a la democracia. En los países serios, el régimen electoral forma parte de la Constitución. Acá se privilegian las conveniencias, todo se acomoda en función de eso. ¿No convendría que pensemos en los niños, en los hospitales, en la gente que trabaja y produce, en los desocupados? La reacción de la gente es: "No quiero saber más nada con la política, que se vayan todos".
-Si el proyecto prospera, ¿acudirá a la Justicia?
-¿A qué Justicia? Lo que tiene que hacer la provincia es una consulta popular, un plebiscito, que la gente se exprese. Y se necesita una Convención Constituyente para que no se siga avasallando la autonomía municipal, por ejemplo cuando la Legislatura decide cuántos concejales deben tener Rosario y Santa Fe. La autonomía permitiría que Rosario convocara a su Estatuyente y que los vecinos digan cuántos concejales deben existir.
-¿No le dan ganas de revertir su posición y decir: "Voy a ser candidato a intendente para ganarles a todos juntos"?
-Si digo eso estoy cayendo en el mismo análisis que los otros, estaría pensando en mi conveniencia. ¿Qué nos conviene a los rosarinos?
-¿Tener un gobernador rosarino?
-Tenemos que tener un gobernador santafesino.
-Bueno, eso es obvio...
-Digo... Que piense integralmente en la provincia; hoy Santa Fe está desequilibrada, con grandes vacíos demográficos en el norte y enorme concentración en el sur. A la provincia hay que darla vuelta.
-Algunos peronistas critican a Reutemann porque es demasiado "generoso" con usted.
-Tenemos una buena relación, es lo que corresponde.
-¿Hay correspondencia entre el peso específico que tiene Rosario y lo que aporta la provincia?
-Rosario siempre se vio perjudicada por la distribución de los recursos, pero no es el principal problema. La cuestión central es cómo superamos la marginalidad y la pobreza. Esta calma que vivimos no es duradera, la gente no está satisfecha con 150 lecop mensuales. Estos 150 lecop deben ser el bálsamo para pensar cómo recuperamos la producción y el empleo. Mire, toda reforma de la ley de lemas es para peor: lo que hay que hacer es derogarla. Porque lo único que hace la nueva ley es bajar el número de concejales.
-Pero eso está bien, la gente lo pide.
-No sé si la gente pide que se baje el número de concejales... El problema del Concejo no es el número ni el gasto, porque se puede ser edil ad honórem.
-Suena demagógico. Los concejales deben tener un buen ingreso y calidad de representación.
-Sí, pero eso depende de lo que la gente vota. Hay que evitar la ley de lemas, que es una trampa de la democracia.
-Se dice que un sector del peronismo piensa en usted como candidato a gobernador. ¿Es verosímil?
-Si eso se logra y vamos a una repartija de cargos, ¿en qué termina? No vivo de la política ni estoy desesperado por un cargo. Mi trabajo de médico es digno y lo sé hacer.
-¿Su tiempo como intendente se termina el 10 de diciembre?
-Sí.
| |
La Ciudad
