El ataque de Alejandro Donadío provocó que sus dos primos, también transportistas, se replanteen su trabajo. Ambos consideraron que el sur de la provincia se volvió una zona peligrosa y violenta. "La zona de Barrancas, Arocena y Casilda son terribles", contó Roberto, de 51 años. El hombre contó que fue asaltado hace cuatro años en la ciudad de Córdoba. Dos ladrones lo sorprendieron mientras dormía en la cabina del camión, lo ataron y lo mantuvieron así durante 16 horas. En ese tiempo los ladrones recorrieron unos 400 kilómetros, vaciaron en algún sitio la carga de azúcar que llevaba y dejaron al camión y su conductor cerca de Alta Gracia. Desde ese día nunca volvió a pasar por la provincia. Donadío considera que esa vez tuvo suerte porque los ladrones "eran profesionales" y no lo maltrataron en ningún momento. Por eso sostiene que quien le disparó a su primo, si intentaba un robo, era inexperto.
| |