El Poder Ejecutivo enviará hoy al Congreso un proyecto de ley para rebajar, por única vez, la tasa del impuesto a las ganancias de las empresas del 35 al 30% para compensar el efecto que tiene la inflación sobre los balances. Así lo informó ayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien destacó que "la medida tiene carácter de excepcional" y se aplicaría para los ejercicios cerrados entre el 31 de marzo de este año y el 28 de febrero de 2003. "No creo que en el Congreso se opongan a una baja de impuestos", dijo Lavagna a la prensa, al dar a conocer la medida. Además, se deroga el ajuste por inflación previsto en la ley de ese impuesto, que en la actualidad se encuentra suspendido.
Economía también impulsa una medida para fomentar las inversiones realizadas entre el 1º de abril de 2002 hasta el 31 de marzo de 2003, que consiste en un incremento de las amortizaciones previstas en un 50%. Este beneficio se obtendrá si se trata de bienes muebles amortizables de primer uso -excepto automóviles- complementariamente por otro proyecto.
La reducción
La reducción al 30% es consecuencia de un promedio realizado por Economía, en el cual se calculó la rebaja necesaria de la alícuota para compensar el impacto inflacionario (debiera ubicarse en el 26,5%) y luego el aumento que debería aplicarse para que el fisco no pierda ingresos por la liquidación del tributo varios meses después (16,5%).
De ambos indicadores surge que sobre el 26,5% es necesario un alza de cuatro puntos y por lo tanto la nueva alícuota para el período comprendido -en forma excepcional y por única vez- trepa al 30,4%. Desde Economía se explicó que por esta rebaja de la alícuota del impuesto a las ganancias, el Estado no percibirá el año próximo 500 millones de pesos.
El secretario de Hacienda, Jorge Sarghini, explicó que para tomar esta medida "se consultó a tributaristas, a distintos sectores empresarios, y se evaluó el impacto que podrían tener las diferentes formas de ajuste en un conjunto de 2.000 empresas, entre ellas las más grandes".
De todos modos, la decisión del gobierno dista de parecerse al dictamen de la comisión de expertos que se convocó para tal fin, cuya opinión se acercaba a una metodología de ajuste por inflación del tipo tradicional que se aplicó en la economía argentina antes de la convertibilidad. Lavagna descartó el tradicional reajuste por inflación "porque era indexatorio, y lo que tenemos que lograr es una mayor estabilidad".
"La situación inflacionaria fue excepcional pero no íbamos a aplicar la indexación. Sin embargo reconocimos que era necesario computar en los balances ese aumento nominal de las ganancias", completó el funcionario.
La Ciudad
