El ministro de Economía, Roberto Lavagna, viaja hoy nuevamente a Washington para continuar a partir de mañana las conversaciones con el FMI. El funcionario aseguró ayer que hubo "un avance adicional" en la negociación con el Fondo, aunque advirtió que el acuerdo aún "no está cerrado" y consideró que en sólo "dos días" no se terminará. Ante la inminencia de un vencimiento de 805 millones de dólares con el Banco Mundial, fuentes gubernamentales anticiparon que el gobierno argentino estaría dispuesto a cancelar casi la tercera parte de esa cifra -unos 250 millones- como gesto de buena voluntad que permita mantener abierta las tratativas.
Lavagna partirá hacia la capital norteamericana para intentar cerrar los puntos que todavía están en discusión, para unirse a la avanzada de la comitiva que anoche se embarcó hacia esa ciudad encabezada por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen.
Durante una conferencia de prensa que ofreció ayer en el Palacio de Hacienda -en la cual anunció la prórroga de las ejecuciones de garantías hipotecarias-, Lavagna manifestó que aspira a que esta sea "la anteúltima etapa" antes de la firma del memorándum de entendimiento con el Fondo.
Anticipó que en caso de que su viaje logre los objetivos trazados, se invitará al FMI a que envíe una misión a Buenos Aires para firmar el tan ansiado -por el gobierno argentino- acuerdo con el presidente Eduardo Duhalde.
Lavagna indicó que "la situación es similar a la de la semana pasada, con un avance adicional", al tiempo que sostuvo que es importante la negociación "cara a cara". En ese sentido, mañana se entrevistará con el titular del FMI para el caso argentino, John Thornton; el director para el Hemisferio Occidental, Anoop Singh; la vicedirectora del organismo, Anne Krueger, y su titular, Horst Köhler.
El ministro reiteró que no hay una fecha precisa en la cual podría cerrarse la negociación, aunque expresó el deseo de que exista un "avance sustantivo" que despeje definitivamente todas las diferencias.
Por su parte, Nielsen voló anoche hacia Estados Unidos para avanzar en las conversaciones que a partir de mañana encabezará Lavagna.
Nielsen fue recibido al mediodía de ayer por Duhalde, en un encuentro que se realizó en el despacho del primer mandatario y se extendió cerca de una hora.
También estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof; el titular del Banco Nación, Horacio Pericolli; el director del BCRA, Jorge Levy; el procurador del Tesoro, Rubén Citara; el subsecretario de Servicios Financieros de Economía, Hugo Medina; y la presidente del Fondo Fiduciario de Capitalización, Felisa Micel, entre otros funcionarios.
Vencimiento a la vista
Ante la inminencia del vencimiento por 805 millones con el Banco Mundial - que opera el jueves 14 de noviembre-, el gobierno tiene en estudio una serie de alternativas para evitar entrar en cesación de pagos hasta tanto se concrete la firma del entendimiento.
Consultado por la prensa sobre la estrategia para hacer frente a esta obligación, Lavagna fue elusivo y sólo dijo que "hasta el momento no hay crédito puente" para pagar ese vencimiento, y agregó que "no hay prórroga" para el pago de ese crédito. No obstante, trascendió que se evalúa la posibilidad de realizar un pago parcial como gesto de voluntad y luego echar mano a variantes financieras que en ningún caso comprometerían a la Argentina con un default frente a los organismos internacionales.
Algunas informaciones dieron cuenta de que Argentina cubriría unos 250 millones de dólares de esa deuda con reservas a fin de expresar su voluntad de pago, acordar con los organismos financieros internacionales, y continuar las negociaciones.
El objetivo central es ganar tiempo hasta tanto se logre el acuerdo definitivo con el FMI y que esa deuda ingrese en la refinanciación de los vencimientos que se sumarán a lo largo de 2003.
Pero además del acuerdo formal entre la Argentina y el FMI, se debe aguardar que el memorándum sea ratificado por el Directorio del organismo, lo cual podría demandar unos días más luego de la firma del convenio.
Luego de que las conversaciones alcanzaran un punto muerto a fines de octubre, la semana pasada el presidente Duhalde dialogó telefónicamente con el titular del Fondo, Horst Köhler, para avanzar las negociaciones.
El mandatario le expresó al director gerente del organismo, las dificultades sociales que enfrenta la Argentina para hacer frente a un mayor ajuste fiscal como el que requiere el Fondo.
La posición del organismo internacional resultó más flexible merced a la mediación de los Estados Unidos, que busca que Argentina no caiga en el default.
Desde el FMI se exige que Argentina logre un superávit fiscal primario del 2,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), que se terminen los amparos contra el corralito financiero, y que no se habilite una nueva prórroga para los deudores bancarios en mora.
La Ciudad
