Los dirigentes del Partido Socialista (PS) dieron claras señales de que la sociedad política con la líder de Alternativa para una República de Iguales (ARI), Elisa Carrió, está al borde de la fractura: ayer le enviaron una dura carta a la diputada y no asistieron al acto de lanzamiento de su candidatura presidencial, que se realizó en la Capital Federal. En ese marco, Lilita instó a "construir un contrato moral", porque de lo contrario "nos vuelven a saquear en cinco años".
En la carta, firmada por los diputados Alfredo Bravo y Rubén Giustiniani (presidente y secretario general del partido, respectivamente), los socialistas condicionaron su continuidad junto a Carrió. Y enfatizaron que "la actual coalición de hecho debe consolidarse a través de formas organizativas que permitan debatir y procesar las ideas que doten a esa imprescindible construcción política común".
"Esperamos que las resoluciones que adopte el congreso del ARI nos permitan seguir construyendo juntos las propuestas que la mayoría del pueblo reclama para salir de la angustiosa situación en la que la hundió la barbarie capitalista", resaltó un párrafo de la misiva.
Además, los socialistas reivindicaron su identidad política ("irrenunciables convicciones en torno a la justicia social, los derechos humanos y la economía social") y recordaron su carácter de cofundadores del ARI.
Consultada por La Capital, una alta fuente del PS explicó que la comisión de enlace con los aristas había resuelto poco tiempo atrás que era el momento de definir una coalición y sus "lineamientos generales".
"Lo primordial era saber qué idea tenía Carrió al respecto. Entonces quedamos en que habría una respuesta en 15 días, pero no se avanzó en nada", precisó el vocero, quien luego resaltó: "Llegó el lanzamiento de la candidatura de Lilita, con bombos y platillos, y decidimos enviar la carta".
"No se definió absolutamente nada. Por eso nos reunimos y llegamos a la conclusión de que no podíamos ir a la presentación si todavía no nos habían dado una respuesta desde el ARI", agregó.
Sin embargo, otros cortocircuitos ya habían provocado sacudones en ambas fuerzas. El primero se produjo cuando los socialistas anunciaron una elección interna entre Norberto Laporta y Héctor Polino por la candidatura a jefe de Gobierno porteño.
Es que para ese cargo el ARI barajaba como posibles postulantes a Eduardo Jozami y a Juan Carlos Dante Gullo. De inmediato, el socialismo le reclamó a Carrió una interna entre estos dos y el ganador de la puja Polino-Laporta.
Las diferencias se profundizaron la semana pasada, cuando Giustiniani presentó en el Congreso de la Nación un proyecto de despenalización del aborto que encendió una luz roja en el ARI. Y fueron muchas las miradas que apuntaron a Carrió por haberle bajado el pulgar a la iniciativa.
Desde el entorno de la chaqueña aseguraron que "hay una disputa por las candidaturas" y que "los socialistas pretenden digitar el armado de listas haciendo gala de un macartismo furioso". La réplica fue inmediata: "Eso es mentira, una barbaridad". Pero hubo más. Durante el acto, el arista Dante Gullo dijo que sus socios "se equivocaron y deberían estar acá (por el Teatro Coliseo)".
Incluso, pocas horas antes de la difusión oficial de la carta, el intendente Hermes Binner, quien fue mencionado como posible candidato a vicepresidente o a gobernador de Santa Fe, le negó a La Capital haber recibido invitación formal alguna para asistir al lanzamiento de Carrió.
"La cuestión de fondo es la falta de definición de lineamientos generales. No podemos discutir cómo ir a elecciones si antes no hay predisposición a armar una coalición. Que primero decidan lo que quieren hacer y después nos sentamos a conversar", concluyeron desde la vereda socialista, donde otras voces no dudaron en señalar que la situación "se está complicando".
Por un contrato moral
Pasadas las 16, el diputado Alberto Piccinini (ARI-Santa Fe) proclamó la candidatura de Carrió y una cerrada ovación hizo vibrar al colmado Teatro Coliseo. Fue entonces cuando la legisladora exhortó a "construir un contrato moral de renuncia a nuestro peor rostro, porque nos vuelven a saquear en cinco años".
"Para que este país sea digno es necesario que no haya más un pobre", sentenció Carrió, quien habló de la necesidad de establecer "un compromiso nacional de generación de empleo y producción" a fin de eliminar ese flagelo.
La postulante (que contó con una adhesión del PT de Brasil) afirmó que el ARI "logró fortaleza para caminar en el lodo frente al régimen que no se quiere ir" y prometió promover la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final para "que sean juzgados los genocidas que fundieron la Argentina".
Si bien el PS pegó el faltazo, en el teatro estuvieron presentes todos los dirigentes del ARI y del resto de los partidos aliados a Lilita. Los días por venir auguran definiciones clave para la continuidad de la alianza progresista con el socialismo.