Independiente sufrió demasiado para ganarle a Unión 1-0, en el estadio de la Doble Visera, pero con esa victoria es prácticamente inalcanzable para sus escoltas, Boca Juniors y River Plate, y ya casi es campeón del torneo Apertura.
El equipo de Avellaneda se puso a 9 puntos de sus perseguidores más próximos y hasta quedó en condiciones de asegurarse matemáticamente el primer puesto en caso de que Boca y River pasen por un domingo macabro y pierdan ante Arsenal y Lanús, respectivamente.
A Independiente le quedan sólo tres compromisos, ante Banfield, Boca y San Lorenzo.
El rojo logró en el primer cuarto de hora, a través de Lucas Pusineri, un gol vital para calmar su ansiedad y facilitar su marcha hacia un título que difícilmente se le pueda escapar.
Antes y después de ese tanto, Unión trató de neutralizar a Independiente en la mitad de la cancha, con la lógica intención de mantenerlo lejos de Nereo Fernández y de tratar de sorprender a Leo Díaz.
De todos modos el equipo de Gallego mostró que dispone de mejores individualidades y que es más profundo que Unión, tal como corresponde entre una formación que está a punto de consagrarse y de otra que necesita unidades con urgencia para conservar la categoría.
Sin embargo los tatengues supieron aprovechar el balón y comprometieron a la defensa roja.
En el complemento Craviotto arriesgó de movida en busca de la igualdad y puso al delantero Martín Perezlindo en reemplazo del Beto Fernández. Con esa variante utilizó mejor los espacios en la ofensiva y le causó dificultades a su oponente en su lado más flaco, el derecho de su última línea.
Como consecuencia de la perseverancia tatengue los anfitriones cometieron infracciones fuertes y fueron amonestados Serrizuela, Castagno Suárez y Hernán Franco, que llegó a la quinta y no estará ante Banfield.
Unión presionó pero también incurrió en faltas y Mosset fue amonestado por golpear en el tobillo derecho al Rolfi Montenegro, el armador que está tan lesionado que fue infiltrado en el pie izquierdo para poder jugar.
La segunda parte del cotejo siguió interesante porque Rubén Capria encabezó los intentos de Unión y se transformó en un arma peligrosa.
Independiente se afirmó atrás por la inmensa capacidad de Gabriel Milito y porque Franco levantó su nivel como para ser merecedor de semejante compañero de fórmula.
Para las réplicas Independiente se quedó sin el Rolfi y sin Domínguez -lo reemplazó Eluchans por una lesión muscular-, pero Insúa fue el generador de llegadas hasta Nereo Fernández.
Unión hizo lo que pudo, pero Independiente se quedó con todo y ya tiene el título a la vuelta de la esquina. (DyN)
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La Ciudad
