Gabriel González / La Capital
Mar del Plata (Enviado Especial).- El ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró ayer que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "está muy cerca". Dispuesto a remover los "últimos obstáculos", frenó una nueva prórroga de la suspensión de las ejecuciones hipotecarias y amenazó con subir las tarifas de servicios públicos por decreto si la Justicia vuelve a bloquear las audiencias públicas. Antes de subir al escenario para cerrar el 38º Coloquio de Idea, el titular del Palacio de Hacienda ya conocía la nueva posición del Fondo sobre el borrador de carta de intención. El organismo pidió precisiones sobre el cronograma de ajuste de tarifas, los amparos contra el corralito y la fórmula que utilizará para cubrir el déficit fiscal sin subir los impuestos. También llevaba consigo la declaración del subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, John Taylor, respecto de que están "progresando" las negociaciones entre la Argentina y el Fondo. "En los últimos días hemos observado algunos progresos, lo cual es una buena señal", señaló. En Buenos Aires, un vocero del Ministerio de Economía informaba que el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, viajará el lunes por la noche a Washington. Si hay avances, días más tarde se sumará Lavagna. Debido a que los tiempos aprietan, es probable que en las discusiones técnicas también se evalúe cómo hará la Argentina para evitar el pago de 800 millones de dólares al Banco Mundial, que vencen la semana próxima. Al menos hasta que el directorio del FMI apruebe el eventual entendimiento, que no iría más allá de fin de año. En Mar del Plata, Lavagna adelantó que en la propuesta de acuerdo con el Fondo existe un "eventual calendario progresivo" para liberar el control del tipo de cambios, una de las exigencias de primera hora de la entidad financiera. El ministro señaló además que "sería bueno" que los candidatos se manifestaran una vez que se firme el pacto con el organismo. Reconoció que en el exterior "piden un consenso político" pero señaló que no tiene sentido pedirlo antes de que se conozca la carta de intención. Dispuesto a acordar con el organismo, Lavagna se quejó porque "el último obstáculo" que se presenta en las negociaciones es la intención de los legisladores de prorrogar la suspensión de los remates por deudas hipotecarias. Más aún, bombardeó el acuerdo al que había llegado el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, con los líderes parlamentarios para extender ese paraguas por 30 días. En el cierre del 38º Coloquio de Idea, ante más de 400 empresarios y ejecutivos, el ministro ratificó que no firmará con el organismo "nada que no sea cumplible o que pueda herir" la estabilidad económica de los últimos meses. El titular del Palacio de Hacienda se quejó porque "algunos economistas hablan de veranito (en lugar de recuperación económica) con rencor ideológico". Sostuvo que existe una "correlación entre los que hablan de veranito, que son los mismos que en abril decían que estábamos al borde de la hiperinflación". El titular de Economía también repartió críticas contra aquellos que "han anunciado la firma del acuerdo siete u ocho veces" y desafió: "Algún día van a acertar". El presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, había asegurado el jueves pasado que la negociación con el Fondo ya había cerrado. Lavagna también cargó contra los que señalan que los bancos fueron perjudicados por el default y la pesificación. "Nadie se puede asombrar que los bancos tengan bonos públicos porque han vivido siete años de prestarle al Estado, no seamos hipócritas. El negocio financiero funcionaba en prestar a tasas exorbitantes a la Nación y las provincias", remarcó el ministro.
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