El presidente Eduardo Duhalde admitió ayer la posibilidad de postergar a abril la fecha de las elecciones nacionales, pero insistió en que "lo único seguro es que yo me voy el 25 de mayo, con elecciones en marzo o con elecciones en abril".
"Yo alertaba a la ciudadanía de que corrían riesgo las elecciones porque nadie ignora en el país que hay una nueva ley electoral y que esa ley está cuestionada en la Justicia", alertó Duhalde desde Córdoba.
En la misma postura, el ministro del Interior, Jorge Matzkin, reconoció que ante la eventualidad de que se produzca un fallo judicial que revoque la suspensión de las elecciones internas abiertas y simultáneas, "el cronograma electoral es flexible" y se podrían postergar los comicios generales del 30 de marzo "15 días más", es decir, para los primeros días de abril.
No obstante, Matzkin ratificó que la fecha del 25 de mayo es "una valla inamovible" para la renuncia anticipada del presidente y la entrega del poder a quien resulte electo.
En declaraciones formuladas en la localidad cordobesa de Las Varillas, al asistir a un acto de la empresa de tractores Zanello, Duhalde reiteró que "lo que depende de mi voluntad, que es irme el 25 de mayo, no le quepa la menor duda que cumpliré con mi compromiso".
Asimismo, volvió a reclamar a los legisladores una definición al manifestar que si el Congreso quiere que haya "elecciones seguras el 30 de marzo, lo que tiene que hacer es suspender esta nueva ley electoral, porque está cuestionada y pone en duda la fecha de las elecciones".
"Yo creo que ahora el Congreso tiene la palabra y lo único seguro es que yo me voy el 25 de mayo, con elecciones en marzo o con elecciones en abril", aseveró Duhalde.
Por su parte, Matzkin aclaró que desde el gobierno "aspiramos a que no se produzcan modificaciones en el cronograma" electoral.
Sin embargo, admitió de inmediato que "si eventualmente se producen fallos judiciales y tuviera que hacerse, existe algún grado de flexibilidad (en los plazos legales) sin alterar la fecha del 25 de mayo" como "valla" para la entrega del poder.
"Se podrían llevar las elecciones del 30 de marzo 15 días más", admitió Matzkin, aunque aclaró que lo dijo "a modo de ejemplo".
La situación quedó planteada ante la posibilidad de que la Cámara Electoral revoque en las próximas horas el fallo de la jueza María Servini de Cubría que suspendió las internas abiertas y simultáneas previstas para el 15 de diciembre y entonces habría que modificar el cronograma electoral fijado en su oportunidad.
Buscando un símbolo de paz
Mientras las elecciones siguen en terreno dudoso, los principales actores del peronismo procuran no fisurar el partido. Con ese fin, duhaldistas y menemistas mantienen conversaciones en estos días para evitar la fractura del PJ, que incluyen la posibilidad de que un congreso de unidad fije una nueva fecha de internas, aunque los aliados al ex presidente Carlos Menem no harán nada antes de conocerse el fallo de la Cámara Nacional Electoral.
Según algunos indicios, la Justicia podría revocar el dictamen en primera instancia de María Servini de Cubría, que confirmó la fecha del 15 de diciembre.
Dos de los encargados de conducir estos contactos, que según los menemistas todavía no tienen el carácter de negociación, son el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, por el duhaldismo, y el ex senador Eduardo Bauzá, por el menemismo.
Pero Bauzá tiene buen diálogo con el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, y con el coordinador general de la Unidad Presidente, Juan Carlos Mazzón, aunque no habla con ellos desde el congreso de Parque Norte.
Por su parte, Camaño suele mantener conversaciones con integrantes del menemista bloque Azul y Blanco, recientemente escindido de la bancada del PJ en la Cámara baja, confirmaron fuentes cercanas al titular del cuerpo.
Anteayer, el diputado menemista Ricardo Quintela le transmitió a Bauzá una propuesta que le hizo Camaño, la de realizar un nuevo congreso de unidad, es decir, ya no para enfrentar a Menem como sucedió en las anteriores convocatorias.
Ese congreso podría realizarse el 6 de diciembre y allí se definiría una nueva fecha de interna consensuada entre todos los sectores partidarios.
Menem está dispuesto a aceptar la fecha del 19 de enero para las internas, que fijó el reciente congreso de Obras Sanitarias, pero antes quiere esperar el fallo de la Justicia, dado que confía que le resulte favorable, ya que hay indicios de que podría ratificar que se hagan el 15 de diciembre, o el 22.
La Ciudad
