Si bien el Flaco Menotti insistió con desconocer que los dirigentes se hayan comunicado para darle la noticia de su renuncia, cuando se le mencionó el tema de la rescisión de su contrato (vence en junio del 2003 y la cifra es de 400.000 dólares) fue por demás de contundente en su respuesta al contradecir la opinión de la dirigencia, que está dispuesta a pagarle sólo hasta el último día en que trabajó. "Si ellos me echan, me van a tener que pagar hasta el último peso de mi contrato. Una cosa es que yo sea hincha de Central y otra muy distinta es que con la plata que no me pagan contraten a otro entrenador. Eso si que no se los voy a permitir", resumió un a esta altura muy enfurecido Menotti. Mientras la dirigencia optó por tirarle todo el fardo al entrenador, aduciendo que si es verdad que quiere al club tendrá que actuar en consecuencia y adaptarse a la problemática económica que atraviesa la institución para llegar a un acuerdo para su desvinculación, el Flaco no dudó en desmentir el anhelo de los directivos: "Si permití que no se me cumpliera con todo es porque se trataba de Central, pero si ellos piensan que en esta se la van a llevar de arriba, se equivocan. Cuando yo acepté dirigir fui muy claro en ese punto y les dije que no iba a permitir que no cumplieran con lo pautado", expresó.
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