Año 49.651
 Nº CXXXV
Rosario,
domingo  03 de
noviembre de 2002
Min 14º
Máx 20º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Duhalde dijo que no aplicará impuestos que maten la "incipiente reactivación"
El gobierno retrucó al FMI: "No vamos a hacer reformas brutales"
Se tensiona la discusión con el Fondo. El diálogo seguirá por teléfono. Lavagna no hizo declaraciones

El gobierno advirtió ayer que no va a firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que "ponga en riesgo" al país, y aseguró que tampoco se hará ninguna "reforma brutal" como exige el organismo financiero para prorrogar los vencimientos de deuda argentina.
De esta manera, la administración de Eduardo Duhalde puso toda la carne en el asador tras el abrupto corte que sufrió la negociación entre la Argentina y el Fondo, que motivó el regreso sin la tarea resuelta del ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien había viajado a Washington para intentar avanzar en un acuerdo con el organismo.
El presidente Eduardo Duhalde señaló que la idea es terminar de definir un programa "aceptable" para ambas partes, pero subrayó que no pondrá en riesgo a la Argentina para firmar con el Fondo.
"Le he pedido al ministro de Economía, que tenga muy en cuenta que nosotros no podemos firmar un acuerdo que ponga en riesgo esta incipiente recuperación de la economía argentina", remarcó Duhalde en su habitual aparición de los sábados por radio Nacional.
En la misma línea, el vicejefe de Gabinete, Eduardo Amadeo, aseguró: "No podemos hacer locuras con la economía y matar este proceso de ligera reactivación con un aumento de impuestos".
Amadeo destacó que el Fondo sigue en su postura de pedir "reformas brutales", pero subrayó que desde el gobierno "no las vamos a hacer".
El funcionario admitió que las negociaciones con el Fondo "nos tienen repodridos a todos", pero consideró que el acuerdo "va a llegar" si se actúa con paciencia e inteligencia.
En ese sentido, señaló que el Fondo "corre el arco, pero cuando se da cuenta que no se puede jugar así, lo pone nuevamente en su lugar".
Por su parte, el jefe de Estado sostuvo que cuando los hombres del Fondo vinieron a Buenos Aires, en sus sucesivas misiones negociadoras, "tenían un criterio distinto de lo que iba a pasar en el país", quizás porque "la mayoría de los economistas argentinos hacía predicciones apocalípticas".
En ese sentido, indicó que en el Fondo "creían que iba a haber una inflación del 100 por ciento" este año, por lo cual todos los cálculos los hacía en torno a ese pronóstico. "Hoy la verdad es que Argentina está superando todas las dificultades que tenía, lentamente, pero con paso muy firme", afirmó Duhalde, quien remarcó que "todos los indicadores van mejorando".
En consecuencia, estimó que "ahora tampoco tenemos que equivocarnos y firmar cualquier cosa que ponga en riesgo esta incipiente recuperación".
El gobierno se refirió de este modo a algunas señales producidas en los últimos días que permitieron vislumbrar un leve principio de detención de la incesante caída de los diferentes indicadores económicos. El peso tuvo una buena semana frente al dólar, se apreció y eso hizo que la divisa norteamericana cotizara entre 3,50 y 3,55 pesos.
También aparecieron algunas mediciones que indicaron que en algunas grandes ciudades se frenó la pérdida de empleo, y la Afip dio a conocer el viernes una suba del 33,5 por ciento en la recaudación impositiva de octubre contra el mismo mes de 2001.

Regreso sin gloria
Con aquellos números había viajado Lavagna a Washington, donde se reunió con la cúpula del Fondo, y le explicó que no era posible aumentar impuestos, como lo exige el organismo, en un marco de incipiente mejoría de la situación.
Tras la imposibilidad de acercar posiciones, Lavagna regresó ayer por la mañana de la capital estadounidense, donde intentó sin éxito definir el acuerdo para prorrogar los vencimientos de deuda de la Argentina con el FMI.
El ministro arribó a las 10:15 al Aeropuerto de Ezeiza, en un vuelo de línea norteamericana, acompañado del secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. Salió de la aeroestación sin realizar declaraciones, se dirigió a su domicilio y anunció que por la tarde se pondría en contacto con el presidente Eduardo Duhalde, quien se encuentra en Pinamar, para exponerle en detalle el estado de la negociación con el Fondo.
Lo inesperado fue que junto a los funcionarios del equipo económico también llegó a Buenos Aires el embajador argentino en Washington, Diego Guelar, lo que puso en evidencia que la estrategia del gobierno se centrará ahora en aprovechar las señales norteamericanas de apoyo a un acuerdo con el Fondo.



Lavagna regresó al país junto al embajador Guelar.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Para Guelar, la interna política es un foco de incertidumbre
Diario La Capital todos los derechos reservados