Santa Fe. - El sacerdote Marcelo Oscar Mateo, considerado como uno de los hombres más cercanos a monseñor Edgardo Storni, sostuvo ante el juez de instrucción Julio César Costa que en la noche del 22 de agosto pasado no existieron presiones sobre el padre José Guntern, cuando fue trasladado a la sede del Arzobispado, para obligarlo a retractarse de sus dichos sobre posibles desviaciones sexuales del ex arzobispo de Santa Fe.
Mateo no hizo declaraciones cuando se retiró de la indagatoria, pero sí las formuló su abogado, Eduardo Jauchen, quien descartó toda posibilidad de que su defendido haya efectuado presiones contra Guntern y sostuvo que en esa oportunidad sólo se le pidieron "aclaraciones" que luego fueron volcadas en un acta notarial.
El que fuera secretario de Storni era el único sacerdote que aún no había sido indagado por el magistrado que investiga las presuntas coacciones y amenazas contra el padre Guntern que participó de ese encuentro, junto a Hugo Capello, Mario Grassi, Edgardo Stoffel y Carlos Scatizza.
Luego de esa reunión, Storni y Mateo partieron hacia Roma llevando un documento firmado por Guntern con la intención de presentarlo en el Vaticano como elemento de defensa de las acusaciones que sobre abusos sexuales se conocieron a partir del libro "Nuestra Santa Madre" y que estallaron en el escándalo que concluyó con el alejamiento del ahora ex arzobispo.
En condiciones
Al retornar del Vaticano, mientras el paradero de Storni sigue siendo incierto, Mateo debió ser internado por una dolencia y recién ayer estuvo en condiciones de declarar por más de dos horas.
Mateo, considerado como uno de los hombres más importantes del entorno de Storni, llegó a los Tribunales acompañado por el abogado Eduardo Jauchen, -que también defiende al ex arzobispo- y se apresuró a comunicar a la prensa que no haría declaraciones.
"He trabajado mucho tiempo en los medios de comunicación y la Iglesia, reconozco el servicio de ustedes a la verdad, que tiene que ser absoluta. Yo voy a declarar ante el juez y tengo la decisión de no hacer declaraciones", fueron las únicas expresiones pronunció al llegar a la sede judicial.
Después de más de dos horas, el abogado Jauchen explicó que en la reunión del Arzobispado "solamente se le pidió al padre Guntern que hiciera una aclaración sobre lo que había dicho. Reitero la palabra aclaración y nada más que eso" y se esmeró en explicar didácticamente lo que habría sido para él una reunión del Consejo Episcopal que integra el arzobispo y los vicarios y que se tradujo en un acta notarial que materializó el padre Scatizza. "Esto fue lo que se hizo y se dijo en esa reunión", completó.
Cabe recordar que esta versión difiere totalmente de lo narrado por el padre Guntern, quien precisó que cuando el intentó explicarles el sentido de la palabra "desliz" que había usado sus intervenciones fueron rechazadas reiteradamente, y uno de los presentes -el padre Hugo Capello- lo llamó "atorrante".
Al sacerdote no se le hizo objeto de una agresión física, pero sí se le exigió que firmara una declaración rectificadora de los términos de la carta enviada a Storni, y además que de manera amenazante Capello le recomendó que lo hiciera tras preguntarle: "¿No sabés que te podés morir mañana?".
A.P.