Cañada de Gómez. - "En esta ciudad una inundación dejó tres muertos y cuantiosos daños materiales. Sin embargo los anuncios realizados por el gobierno provincial respecto de los fondos aportados por la Nación privilegian obras hidráulicas en otras regiones de la provincia de Santa Fe", se quejaron a La Capital vecinos afectados por el trágico desborde del arroyo Cañada de Gómez, el 22 de noviembre de 2000.
Las últimas tormentas que inundaron poblaciones cercanas a Cañada (como el paraje San Ricardo, en Villa Eloísa) fomentaron interrogantes sobre las anunciadas obras en el arroyo. El malestar creció en los últimos días cuando escucharon el anuncio del gobernador Carlos Reutemann, quien prometió en la Capital Federal, tras firmar un convenio con la Nación, que el dinero proveniente de la ampliación a 25 millones para obras hídricas en Santa Fe "se van a emplear para las obras del canal Ibarlucea".
El intendente cañadense Amílcar Abate salió al cruce de estas declaraciones al opinar que "esta ciudad debería tener prioridad sobre otras regiones mencionadas porque las secuelas de la inundación fueron mayores a las ocurridas en otros puntos de la provincia".
En efecto, la inundación de noviembre de 2000 dejó un saldo fatal de tres muertos y una importante cantidad de daños materiales que fueron paliados -en parte- por los subsidios que llegaron de la mano del gobernador santafesino y también del ex presidente Fernando de la Rúa.
Funcionarios de la Dirección Provincial de Hidráulica visitaron la zona y elevaron un anteproyecto con alternativas. La opción que presentó mayor consenso entre los pobladores afectados contempló una nueva canalización en el arroyo y la construcción de una represa en el suroeste del distrito.
Vecinos afectados por la inundación solicitaron a la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que efectuara un análisis y desarrollara recomendaciones sobre el proyecto a nivel de prefactibilidad de obras complementarias de Cañada de Gómez elaborado por el Consejo Federal de Inversiones y la Facultad de Ingeniería y Ciencia Hídrica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Embalse
En una exposición a principios de agosto, los especialistas de la UNR consideraron como más adecuada la alternativa de construir un embalse. Esta propuesta fue escogida "porque produce menos caudales de altura y velocidades de flujo".
Sin embargo, dejaron asentado que la construcción de una presa incorpora un nuevo riesgo que es el de rotura. Los especialistas sugirieron que se tengan en cuenta las revanchas en materia de prevención sobre un posible sobrepaso de la misma. Las consideraciones fueron expuestas a los vecinos y también a las autoridades.
Los ingenieros de la Facultad del Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR aconsejaron la conformación de un organismo de acción de toda la cuenca para la planificación de medidas que atenúan escurrimientos superficiales y el carácter torrencial de la misma.
"Deberá planificarse para un escenario futuro la incorporación a ese organismo de funciones de control de la presa y demás obras, de modo de vigilar los caudales de aporte a la presa, mantenimiento de las obras e instalación de sistemas de alerta", añadieron.
"Desde entonces no tenemos noticias y no observamos esa preocupación en las autoridades locales. Los cambios climáticos en la región pueden repetir el fenómeno meteorológico de Cañada de Gómez. No es verdad que esto se repita cada 1.000 años como dijeron", señaló el vecino Omar Beltramo.
La demora en la presentación del proyecto definitivo de obra generó diversas interpretaciones en la comunidad. Para el presidente del Concejo Municipal, Juan Carlos Abbondanzieri, "las razones deben buscarse en el gobierno de Carlos Reutemann". Esta opinión no es compartida por el edil justicialista Sebastián Caggiano.