Un helicóptero militar ruso MI-8 fue derribado ayer por presuntos rebeldes chechenos cerca del cuartel general de las fuerzas rusas en Chechenia, próximo a la capital Grozny, según informó la agencia rusa Interfax citando a fuentes militares que no precisaron el número de víctimas. El incidente ocurrió sólo días después de que el Kremlin ordenara incrementar las operaciones militares en esa república caucásica tras la masiva toma de rehenes en un teatro de Moscú. Los rebeldes chechenos ya habían derribado con un misil antiaéreo portátil el pasado 19 de agosto cerca de Jankala un helicóptero mucho más grande, de tipo MI-26, en un ataque que costó la vida a 121 personas. En cuanto al MI-8, se trata de un helicóptero que puede transportar a unas 30 personas. (Télam)
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