Moscú.- La embajada de Estados Unidos en Moscú identificó el tipo de gas utilizado en el asalto al teatro moscovita como un opiáceo y no un gas nervioso, como aseguraba el gobierno ruso. La toma del teatro, en el que un comando checheno retuvo a más de 700 personas, finalizó con un saldo provisional de 117 rehenes muertos y 546 heridos. Según la edición online de la BBC el personal de emergencia de las ambulancias empleó con los intoxicados un medicamento llamado "naxolona", que se administra a pacientes con sobredosis de opiáceos, como la heroína. La distinción tendría relevancia, por cuanto, de tratarse de un opiáceo no estaría en principio prohibido por las convenciones internacionales.
El embajador estadounidense en Moscú, Alexander Vershbow, criticó el "hermetismo y el secreto" de las autoridades rusas, que según él pudo contribuir a aumentar el número de víctimas mortales. Como otras embajadas occidentales en Moscú, la de EEUU había solicitado información sobre el gas usado en la liberación del teatro, pero sólo recibió hasta el momento información preliminar sobre sus efectos. Las conclusiones ofrecidas hoy por la delegación diplomática estadounidense se basan, según su portavoz, en la exploración médica de alguno de los supervivientes.
Las conclusiones ofrecidas por la delegación diplomática estadounidense se basan, según el embajador Vershbow, en la exploración médica de alguno de los sobrevivientes, a quienes se les suministró "naxolona", un medicamento que normalmente se administra a los pacientes con sobredosis de opiáceos, como la heroína. Sin embargo, la mayoría de los expertos todavía se inclina por la hipótesis del gas nervioso, probablemente del grupo VX o BZ, elaborado durante la Guerra Fría.
Según fuentes médicas, un total de 333 ex rehenes fueron dados de alta en diferentes hospitales de la capital, mientras 311 personas siguen recibiendo atención médica pero varias, incluidos nueve chicos, podrían salir en breve dependiendo del resultado de los exámenes. Cuatro días después del operativo, 16 personas se encuentran aún en grave estado y 85 personas siguen desaparecidas.
La fiscalía rusa reconoció ayer que sólo cuatro de los rehenes murieron asesinados a balazos además de los 41 integrantes del comando checheno muertos durante la operación de rescate, según informó la agencia Interfax. En un primer momento se había dicho que los chechenos muertos eran 50. La fiscalía no aclaró de qué murieron los nueve chechenos restantes, tal vez envenenados por el gas.
Según el fiscal de Moscú, Mijail Avdiukov -citado por Interfax- fueron hallados rastros de explosivos en varios sospechosos, pero sólo dos personas fueron detenidas hasta el momento en conexión directa con el secuestro del teatro. El fiscal negó que un policía haya sido detenido por complicidad con los secuestradores, como había afirmado el periódico Izvestia. Según este diario, un oficial de policía fue arrestado por comunicar a los secuestradores informaciones sobre los preparativos del asalto.
Mientras tanto, dieciséis rehenes que murieron en el asalto fueron enterrados ayer en los primeros funerales de los rehenes, informaron fuentes oficiales. Según informaciones recogidas por la agencia de noticias Ria Novosti, los funerales se celebraron en cuatro cementerios diferentes en Moscú y sus alrededores. Otras 40 víctimas serán enterradas hoy, agregaron las mismas fuentes.
Pedido de investigación
El apoyo demostrado en un primer momento por las fuerzas políticas rusas al presidente Vladimir Putin pareció resquebrajarse ayer cuando el partido de la oposición Iabloko, el de la derecha liberal Unión de las Fuerzas de Derecha y los comunistas, exigieron una investigación parlamentaria sobre el asalto.
El líder del Partido Comunista (PC), Guennadi Ziuganov, juzgó que las pérdidas registradas en el asalto son "imposibles de justificar", acusando al poder "de haber sido incapaz de tomar medidas preventivas para impedir tales acciones".
Una investigación parlamentaria es poco probable a raíz de la oposición de la mayoría centrista pro-Kremlin en la Duma, y el responsable de Iabloko, Serguei Ivanenko, reconoció que los diputados "no podrán obtener mucha información sobre la operación" de parte de las fuerzas del orden rusas. (AFP, DPA y Télam)