El sacerdote Julio César Grassi detenido por abuso deshonesto y corrupción de menores será sometido esta semana a una serie de pericias psiquiátricas y psicológicas para determinar su perfil mental, en tanto, la Justicia puso además custodia a testigos del caso que denunciaron amenazas. Recién en un plazo perentorio de 30 días el juez decidirá si dicta el procesamiento y la prisión preventiva del religioso.
Las pericias psicológicas y psiquiátricas a Grassi fueron ordenadas por el fiscal de Morón Adrián Flores a cargo del caso, mientras el religioso sigue detenido en la delegación de Investigaciones de Merlo donde está comunicado.
Desde que el cura fue detenido el jueves tras presentarse en los Tribunales de Morón después de estar prófugo y escapar de un canal de televisión, al menos cinco testigos del caso denunciaron haber sido amenazados para no decir nada en contra del religioso.
Durante la jornada de ayer una persona, cuya identidad no se reveló por razones legales, se convirtió en el quinto testigo del caso que denunció haber sido amenazado para que no hable más en contra de Grassi. "Entre las personas amenazadas están los testigos directos, y en otros casos, los familiares de los testigos. Algunas de las amenazas fueron telefónicas y otras en persona", contaron las fuentes.
"Ojo con lo que dicen"
"Ojo con lo que dicen del padre, los vamos a hacer boleta", dijeron a uno de los testigos que denunció amenazas. Esto lo llevó finalmente a que, por razones de seguridad, el fiscal Flores dispusiera custodia policial para dos de los testigos que denunciaron amenazas.
Con respecto a las pericias psiquiátricas y psicológicas para el sacerdote, los realizarán peritos oficiales del Poder Judicial de Morón con el fin de "detectar el perfil psicológico del imputado".
El viernes pasado, el fiscal general de Morón, Federico Nievas Woodgate, anticipó que "habría existido una costumbre" o un "patrón de conducta de abuso por parte del sacerdote Julio César Grassi con algunos de los chicos de la fundación Felices los Niños".
Para el fiscal general, "es muy, muy posible" que con el avance de la causa surjan más personas que denuncien haber sido víctimas del sacerdote, ya que por el momento en el expediente consta sólo la declaración de un joven que aseguró haber sido abusado.
En la causa que lleva adelante el fiscal Flores existen además exposiciones de testigos que refirieron haber presenciado o haber tomado conocimiento de por lo menos otros cinco casos de abuso contra menores por parte del cura. (Télam)