Año CXXXV
 Nº 49.645
Rosario,
lunes  28 de
octubre de 2002
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Entrevista. El sociólogo reivindicó las asambleas barriales
José Miguens: "Lo que tenemos en Argentina no es democracia, sino una partidocracia"
El reconocido politólogo, que militó en el primer peronismo, afirmó que "los políticos no representan a nadie"

Carlos Colombo / La Capital

"Lo que tenemos en Argentina no es una democracia, sino una partidocracia". La definición pertenece al sociólogo José Enrique Miguens, quien a los 83 años muestra una lucidez envidiable. No se trata de un improvisado ni de un provocador profesional: doctor en Derecho y Ciencias Sociales, sigue siendo invitado a la universidades de North Carolina y de Connecticut y fue discípulo de Talcot Parson. Sin pelos en la lengua, dijo durante una entrevista con La Capital que "los políticos no representan a nadie", indicó que la gente está "reaccionando bien a pesar de los gobiernos" y cargó contra el neoliberalismo de la década menemista, cuando "saquearon el país".
Miguens incluso se anima a hablar de cifras. Calculó que durante la administración de Carlos Menem las empresas multinacionales pagaron unos 37 mil millones de dólares para hacerse cargo de los servicios públicos. "Con un diez por ciento de coima, son 3.700 millones que se lleva el señor Menem al bolsillo", afirmó, sin rodeos.
-A partir de la crisis de representatividad, ¿se podría hablar de un fracaso de la democracia en la Argentina?
-Lo que tenemos no es una democracia, sino una partidocracia. Cuando hay un problema difícil se debe tener en cuenta el interés del pueblo y acá se tuvo en cuenta el interés de los partidos, entonces no es democracia sino partidocracia, es más le diría que es un monopolio de los partidos que se han apoderado del poder.
-Desde 1983 hasta hoy, ¿en algún momento el interés estuvo en los problemas del pueblo?
-Le diría que siempre fue el interés de los partidos. No conozco que haya diputados o senadores preocupados por el pueblo; salvo ahora que están haciendo demagogia barata, siempre se preocuparon de sus intereses y eso ha sido hasta ahora. Esta gente no representa a nadie, hablamos de democracia representativa, han sido elegidos por la mitad de la población y no pueden salir a la calle porque los escupen. Y otra cosa fundamental: los ingleses hablan de capacidad de representación, es decir, capacidad de respuesta rápida a la gente. La gente ha sido clarísima, primer asunto desocupación, segundo corrupción, tercero seguridad y es lo único que no tratan, no siguen lo que dice la gente, no tienen ninguna capacidad de respuesta.
-Con estas peleas internas se está lejos de recuperar la credibilidad...
-Están mostrando la partidocracia discutiendo entre ellos quién se queda con el poder y quién con las migajas. A la gente le importa un pito todo esto que está pasando. Siguen totalmente alejados de la población.
-¿Cómo se reconstruye ese contrato social que se rompió?
-Soy muy optimista en esto, creo que la sociedad sola está reaccionando muy bien prescindiendo de los políticos y de los gobiernos. Hay 9 millones de personas ayudando gratuitamente a la gente, hay 1.400 grupos de trueque, hay 327 asambleas barriales en todo el país y cuando llegan los trotskistas a plantear que hay que romper con el FMI la gente se les va, porque quieren discutir sus problemas concretos, y eso es democracia. Es por eso que mi último libro ("Desafío a la política neoliberal", de editorial El Ateneo) trata de poner sanidad mental, cómo ir a una democracia en serio como la democracia griega en la época de Pericles. Aristóteles teoriza muy bien lo que es el pueblo, la fuerza que tiene; los técnicos no deben gobernar, debe hacerlo el pueblo y elegir a los técnicos para que hagan lo que el pueblo quiere.
-¿Se puede volver a esa democracia directa?
-Sí, pero sin esclavos. ¿Cómo no se va a poder volver? Democracia directa no quiere decir llenar el estadio de River a discutir porque sería risible, pero en cada barrio, cada municipalidad hay que juntarse y discutir. Ahora hay cooperativas, es maravilloso que los obreros se junten a ver cómo conducen esto, eso es democracia directa.
-La gente está encontrando cómo resolver sus problemas, pese a los políticos...
-A pesar y contra los gobiernos, eso es una maravilla. El gobierno y los políticos son una loza que oprime la natural espontaneidad de la sociedad que está encontrando su camino, y eso es porque la sociedad está sana.
-¿Cómo se traduce eso en hechos políticos para modificar la realidad?
-Insistiendo en la reforma política, que se cambien las leyes, la lista sábana y bloqueada que no se puede cambiar, se elige un sinvergüenza y después no se lo puede sacar. Insistiendo en la responsabilidad de los partidos, pero se ríen de nosotros, pero esto va a reventar porque así cómo está no se puede seguir.
-¿Se puede hablar de un principio del fin de los partidos políticos como los conocimos hasta ahora?
-Como están no pueden seguir funcionando, son muy torpes porque no se dan cuenta o no les importa nada y están robando lo que pueden hasta que esto cambie. No hay que perder tiempo en los políticos, porque usted puede ser un genio, pero viene un puntero con 500 fichas y es más importante.
-¿Usted visualiza entre los políticos actuales alguien que pueda impulsar estos cambios?
-Como sociólogo tengo un defecto: la persona no me interesa, me interesa el contexto. Así venga Tata Dios de presidente van a seguir robando. Está podrido todo el sistema. Disculpe que lo diga tan francamente pero no creo que nadie pueda arreglar nada, es un contexto. Por ejemplo: sale elegido el que le parezca mejor, ¿cómo gobierna con este Congreso?
-Usted le echa la culpa de todos los males a la partidocracia pero, ¿qué responsabilidad tienen las políticas neoliberales que se implementaron en los últimos diez años en esta crisis?
-Hay que tomar en contra los diez años de gobierno del señor Menem, donde saquearon el país, el robo fue impresionante. Las empresas multinacionales pagaron por servicios públicos 37 mil millones de dólares, calcule el diez por ciento de coima, son 3.700 millones que se lleva el señor Menem al bolsillo, le habrá tirado 100 o 200 millones a los adláteres, el diario alemán Der Stern le calcula 6 mil millones de fortuna. Pusieron 37 mil millones y en cinco años sacaron afuera 40 mil millones y no pagaron impuestos, se calcula que hay en el exterior 133 mil millones de dólares de plata de argentinos, de los cuales 80 mil son de coimas. Entonces, ¿qué país puede funcionar si le sacan la sangre? Está empezando de abajo la sociedad con pequeñas empresas, pero va a llevar diez años salir de la crisis.



José Miguens fustigó a la gestión menemista.
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