Las Parejas. - Los productores agropecuarios de la región eligen retener los granos en sus campos en vez de venderlos en forma inmediata y depositar el dinero en entidades bancarias. Esta nueva realidad, que generó una reactivación en los establecimientos dedicados al montaje de plantas de silos, convirtió a los granos en una nueva moneda.
El fenómeno es alentado por las nuevas políticas de comercialización y los planes de pago que se instrumentan para la compra de bienes e insumos para productores agropecuarios. Comercios e industrias proponen la venta de productos a cambio de cereal y anuncian ventajas impositivas para el hombre de campo.
"Muchos optan por el silo bolsa, otros por estructuras a cielo abierto, pero quienes pretenden cierta seguridad construyen depósitos con material galvanizado. El aumento de la demanda lo comenzamos a percibir a partir de los primeros meses de este año", señaló Horacio D'Ascanio, titular de la empresa homónima.
Analistas económicos sostienen que la conducta de los productores de "proteger el valor de la producción" continuará en crecimiento en los próximos años, con lo cual muchas agroindustrias se están volcando a esta actividad que tiene amplia demanda en el mercado agropecuario.
Esa es la opinión del asesor de empresas parejenses José Luis Castellarín, quien dio una simple ecuación en materia económica: "Las empresas acopiadoras que han caído, sumado a la desconfianza que aún persiste sobre el sistema financiero, hacen razonable la actitud de los productores de guardar los granos en sus propios campos".
Pero además se suma otra explicación: los productores ahorran impuestos y gastos de comercialización al vender los granos en forma directa. Estimaciones realizadas por especialistas indican que de esta forma se evitan cargas que oscilan entre el 10 y el 15 por ciento.
La instalación de silos en los campos constituía una inversión lógica en las grandes explotaciones agropecuarias de la región. Sin embargo este año los medianos y pequeños productores también se han sumado a esta práctica que consiste en vender a cuentagotas el cereal retenido.
"En la visita que hacemos a los campos para brindar asesoramiento observamos este incremento. Es que el productor ya no quiere delegar el manejo de sus divisas sino que aprendió a especular y esperar el momento adecuado para vender", sostuvo un productor agropecuario consultado por este diario.
El banco en casa
Ese mismo productor de Cañada de Gómez añadió que el banco al que le había confiado gran parte de su rentabilidad no se la devolvió en el mismo valor al que lo había depositado. "Para la gente de campo es muy representativo el dicho que dice que el que se quema con leche ve una vaca y llora", indicó el productor.
Para Sergio Chiarotti, de la sucursal Cañada de Gómez de Agricultores Federados Argentinos (AFA), "los productores estiman que es mucho más seguro tener el cereal" que entregarlo. "A eso se suma la posibilidad de disponer dinero en algunas inversiones y el montaje de plantas es una de las preferidas", consideró.
Otra causa a favor de la retención del cereal en los campos es el considerable aumento en el precio de los granos a partir de situaciones que se registran en otras geografías, como la sequía que afectó a Estados Unidos y Canadá en los últimos meses.