Rodolfo Parody / La Capital
Argentina se dio otra vez el gusto de derrotar a Alemania. Sí, al mismísimo campeón del mundo al que hasta el sábado pasado jamás le había ganado en su historia. Pero en su paso por el Jockey Club de Rosario, los germanos padecieron la madurez y solvencia de los albicelestes que en esta ocasión se quedaron con el triunfo por la mínima diferencia. El oportunismo del infalible Jorge Lombi y la encomiable tarea defensiva edificaron otra victoria escrita con letras grandes. No hubo lucidez, ni el ida y vuelta que habían exhibido en los tres anteriores test match. Los alemanes intentaron en el inicio imponer su juego, con una permanente rotación, pero los argentinos no se desorientaron nunca y en raras ocasiones perdieron las marcas. Salvo un tiro de Michel que se estrelló en el palo, los albicelestes jamás sufrieron apremios. Los que sí cometieron algunas falencias fueron los alemanes. Así fue como Esparis robó la bocha en la salida germana pero cuando enfrentó al arquero Clemens la tiró por encima del travesaño. Fue una jugada esporádica ya que ninguno de los dos inquietaba, aunque Argentina prevalecía en todos los sectores. Hasta que Matías Paredes esperó el pique en diagonal de Jorge Lombi a espaldas de los defensores para meterle una bocha precisa, y el hombre-gol apenas la tocó para cambiarla de palo. Con la ventaja a su favor, dispuso de los espacios necesarios para contratacar. Mac Cormick, Cammareri y Paredes arrancaban desde el medio y dejaban el surco. Pero faltaba la puntada final. Lo tuvo Lombi, y también Almada, pero fallaron en el último instante. Para colmo, no pudieron usufructuar el córner corto, jugada en la que Lombi es letal, debido a que la lluvia anegó el campo de juego. Entonces, al momento de la servida la bocha se frenaba y el goleador la recibía con la marca encima y sin espacios para rematar. A medida que transcurrían los minutos, Argentina llegaba con mayor asiduidad y los alemanes no encontraban la vuelta de cómo vulnerar a la sólida defensa albiceleste. Que tuvo a Orozco a su principal baluarte, sacando todo y pasando al ataque con actitud. Así Argentina llegó a su segunda victoria frente a Alemania. Que sirve más que nunca para demostrar que se está por el camino correcto. Y que la evolución del hockey masculino no es por obra y gracia de la casualidad. Los responsables de este crecimiento coronaron un fin de semana histórico en el Jockey.
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