Mariano Bereznicki / La Capital
Una temporada brillante por donde se la mire. El novato de la película se erigió en el principal protagonista de esta novela. Para muchos de ciencia ficción, pero para otros basada en una historia real en tiempo con la realidad. Es que San José, ese mismo equipo que estaba haciendo sus primeros pasos en el círculo superior de la Rosarina, ayer ingresó en la historia grande del fútbol local después de vencer a un devaluado Argentino por 2 a 0, con goles de Pusineri y Santibañez, por la penúltima fecha del Molinas. Es que los franceses lograron quedarse con este torneo Clausura y ahora deberán disputar ante Central Córdoba un encuentro para ver cuál se consagra como el campeón del año. Aunque para los seguidores de este certamen, el flamante campeón es el mejor equipo de esta temporada, más allá del resultado que pueda obtener ante los charrúas dentro de quince días.
En cuatro años demostró ser uno de los equipos más fuertes que tuvo la Rosarina en los últimos tiempos, junto a Tiro Federal. Porque ya había demostrado la temporada pasada, cuando logró ascender, que sería uno de los rivales a vencer por los siempre candidatos de turno, llámense Tiro Federal, Central Córdoba u otro.
Pero cuando arrancó este torneo a principio de año, San José comenzó siendo una verdadera pesadilla para la mayoría de los denominados equipos grandes del Molinas.
Y así fue escribiendo su propia historia. Entre la envidia de muchos y los elogios de los menores. Pero San José crecía día a día a fuerza de trabajo. Ya lo había demostrado cuando casi logra el Apertura, finalmente a manos de Córdoba.
Y ayer terminó rubricando de que es una de las instituciones modelos del fútbol local. Y no porque haya vencido a Argentino 2 a 0, con goles de Alexis Pusineri y Santibañez, de penal en un partido mediocre.
Sino porque se quedó con este torneo Clausura cuando muchos señalaban que era un flash del momento. Pero San José demostró ser el mejor de la Rosarina y es por eso que ahora jugará ante los charrúas para ver quién se queda con la corona del año, aunque por más que pierda, será el verdadero rey.
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La Ciudad
