El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, afirmó ayer que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) están "a término" y confirmó que la misión argentina que parte hoy hacia Washington, a la cual se sumará a mediados de semana el ministro de Economía, Roberto Lavagna, buscará destrabar la firma de una carta de intención con el organismo.
"Entendemos que las gestiones van muy bien encaminadas, que vamos en dirección a un acuerdo a término. Una misión del gobierno argentino va a estar trabajando estos días en Washington para tratar de pulir algunas diferencias, y esperamos a partir de allí poder firmar la carta de intención", dijo Atanasof al término de la reunión de gabinete que se realizó ayer en Casa de Gobierno.
La delegación que partirá hoy por la noche estará encabezada por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, quien intentará despejar el camino para que el titular del Palacio de Hacienda llegue a Washington el miércoles o jueves lapicera en mano, y termine de cerrar algunos temas álgidos antes de estampar su firma en la carta.
Entre esos ejes de discordia -reconoció el jefe de Gabinete- está el ajuste en las tarifas de servicios públicos, que el Fondo buscaba situar en un 30 por ciento, mientras que el gobierno sólo está dispuesto a conceder un aumento del 10 por ciento hasta fin de año.
"Es uno de los temas centrales de la negociación con el FMI", dijo el jefe de ministros, aunque agregó que "de ninguna manera entendemos que esto pueda constituir un obstáculo para avanzar en un acuerdo".
A Nielsen lo acompañarán sus asesores Gabriel Rubinstein y Sebastián Palla, además del economista jefe del Banco Central, Alejandro Henke, y su síndico, Marcelo Biffi, según informó la cartera económica.
La delegación se reunirá a partir de mañana con el encargado del caso argentino, John Thornton, y el director para el Hemisferio Occidental, Anoop Singh, lo cual fue acordado ayer entre Lavagna y el director gerente del FMI, Horst Köhler.
La estrategia
La idea es mostrarles a los técnicos del Fondo la evolución positiva de variables como las reservas del Central, la recaudación, el superávit comercial, los depósitos y los amparos, así como las proyecciones de inflación, que según Economía sería menor al uno por ciento en octubre.
En materia fiscal, Atanasof reiteró que "Argentina tratará que sean los términos que más le convengan los que figuren en este instrumento", y dijo que no se hablará de ajustes sino de políticas de desarrollo.
El encuentro "cara a cara" de Lavagna con los directivos del Fondo se anunció después de que el gobierno estadounidense subrayara el viernes pasado, a través de un comunicado del Departamento de Estado, que Argentina es el principal aliado de ese país en la región.
El canciller Carlos Ruckauf, en tanto, anunció que como parte de una nutrida agenda internacional visitará al ministro de Economía británico, Jack Straw, a quien explicará "los progresos fundamentales que ha hecho la política económica".
Aunque Atanasof se negó a poner un plazo de culminación para las negociaciones, el propio vocero del Fondo, Thomas Dawson, admitió esta semana que podría alcanzarse un acuerdo antes de la segunda semana de noviembre.
En Economía, con bastante más cautela que en los últimos meses, decían que "el posible viaje (de Lavagna) no implica que se haya llegado a la solución, sino que se trata de un esfuerzo adicional que realiza la Argentina para alcanzarla".