Con tiempo, fijándose en todos los detalles, arengando en cada ejercicio a sus jugadores -hasta a los suplentes-, poniendo en práctica distintas ideas de juego, de táctica, y haciendo hincapié en la concentración. Así transcurrieron las dos horas de entrenamiento matutino en Bella Vista a las órdenes de Veira, el paso obligado a la concentración en Ricardone para que el plantel espere tranquilo y con ilusión el choque ante Olimpo. Hubo un tiempo físico para que el profesor Weber hiciera su parte, para entretenerse con un loco, con media hora de fútbol tenis entre los diez titulares de campo, con un picadito a lo ancho del área entre los suplentes, y todo el tiempo necesario para probar lo táctico en bloque y las jugadas de pelota parada. Desde los primeros ejercicios se notó que Mauro Rosales no sería titular. Todo marcaba que el delantero igual se exigía para ver si podía ir al banco, pero por más que se esforzó y participó de todos los trabajos deberá esperar otra semana. Veira también se hizo tiempo para charlas con quienes serán suplentes (Martínez, Marino y Saucedo), para patear penales (Crosa y Adinolfi), tiros libres y córners tanto ofensivos como defensivos y hasta hizo trabajar a Sacripanti, marcado por Ruiz, para que mejore en aguantar la pelota cerca del área.
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