Gustavo Conti / La Capital
Cuando Castelli le tiró la camiseta titular de Newell's, allá por abril del 99, y nada menos que ante Boca en el parque Independencia, Sebastián Domínguez creyó tocar el cielo con las manos. Con sólo 18 años, con el tilde que le agregó el profesor de Castalepra y un debut aceptable, pensó que ya estaba hecho. Pero como bien reza el dicho "lo difícil no es llegar sino mantenerse", y el técnico siguiente, Andrés Rebottaro, lo bajó a la realidad sacándolo del equipo. Después vino la venta al empresario Marcelo Simonian, el efímero paso por Talleres donde no fue habilitado a jugar, la polémica vuelta a Newell's, el tibio regreso a la primera con Llop y la confirmación con Zamora, que le descubrió cualidades de polifuncional. Y ahora, confirmando su ascenso, Veira le dio la responsabilidad de ocupar la plaza de único volante central, desplazando a Ponzio. Lo hizo bien ante Gimnasia, quiere repetir con Olimpo. Hoy, a los 22 años, parece un jugador más maduro. Al punto de ser capaz de hacer una profunda autocrítica de la práctica del jueves y decir sin pruritos que "ya no somos un equipo joven". También asegura que su puesto es stopper, justamente donde nunca jugó en este Apertura en donde probó en cuatro funciones diferentes. "De stopper me siento más cómodo, sin dudas. Pero después me gusta jugar de volante central porque es lo más parecido. De lateral no me sentía cómodo porque no tenía resto físico para hacer ese despliegue. -¿Que seas el único "5" supone una mayor responsabilidad, ya que Ponzio parecía inamovible allí? -Seguro. Leo venía jugando muy bien en esa posición y no por nada lo quieren varios clubes. Es una presión para mí, pero una presión linda porque él es amigo mío y es bueno competir con alguien así. -¿No te pareció que a Ponzio le costó moverse a la derecha? -Lo que pasa es que Leo es un jugador que corre todo el tiempo y de carrilero te morís. De volante central se corre mucho menos, a lo mejor le costó por eso. Pero físicamente su estado es impecable, así que va a andar bien. -¿Tenés libertad para ir arriba? -Siempre que se pueda. Tengo que ser el equilibrio entre los de abajo y los de arriba. Lo que quiere el técnico es que los dos centrales y yo estemos todo el tiempo juntos, así el rival se ve obligado a tirar centros si quiere entrar. -La idea base de Veira es el equipo corto. -Sí, y que busquemos los espacios tranquilos, evitando los choques y los contragolpes rivales. -¿El mal momento del equipo tapa un poco tu consolidación entre los once? -No creo. Con Gimnasia hice las cosas bien pero el equipo jugó de la misma manera. Se notó mejor, con más volumen de juego, sólo nos faltó liquidarlo. Después nos hacen goles justos cuando mejor estamos y se complicó mucho remontarlo. -No es por inexperiencia. -No, ya no somos un equipo joven. La mayoría tiene su trayectoria y creo que se puede salir de esto. Eso sí, hay que hacer las cosas distintas a las de la práctica. -Quedaste muy fastidioso con la práctica de fútbol. -Porque no fue un entrenamiento bueno y pienso que como se entrena después se juega. Si no hacemos bien los entrenamientos hay que pensar en serio en cambiar el domingo. Además, Olimpo es un buen rival para recuperarnos.
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