La conformación en Diputados del subbloque interno Azul y Blanco terminó por instalar el conflicto del justicialismo en el Congreso. De este modo, el menemismo avanzó hacia una eventual ruptura de la bancada del PJ en la Cámara baja. El grupo había quedado integrado por 38 diputados, según la lista distribuida por el menemismo, constituyendo un tercio de la bancada justicialista. Aunque, sin cumplir siquiera su primer día de vida, el flamante subbloque atravesó su primer conflicto: la diputada santafesina María del Carmen Alarcón, quien aparecía en la nómina, desmintió su incorporación y acusó a sus pares de incluirla sin consultarla. Alarcón se comunicó con el colega menemista que la había sumado a la lista del subbloque para expresarle su enojo. E hizo circular entre la prensa una desmentida. Otro legislador que desechó su participación fue Miguel Jobe, de la Unión Federalista de Luis Patti. En el documento de presentación, los diputados dejaron en claro que la creación del subbloque responde exclusivamente a la disputa partidaria. Y ratificaron el apoyo a la fórmula Carlos Menem-Juan Carlos Romero, pidieron "imparcialidad" en el proceso comicial y advirtieron: "Solicitamos que la agenda parlamentaria no sea utilizada para llevar adelante argucias tendientes a suspender el cronograma electoral y obstaculizar el objetivo trascendental de una sana y pronta elección interna". En el grupo figuran Adrián Menem y Lelia Chaya, representantes de Romero, como Juan Manuel Urtubey, y aliados tradicionales, como Ramón Saadi y Carlos Snopek.
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