Las buenas noticias no piden permiso ni son cuidadosas, al menos en el fútbol. Se pueden colar en el momento menos pensado y, de pronto, torcerle el brazo a una realidad que se presumía juzgada. Diego Erroz estaba destinado a ser un actor secundario sin demasiada participación en el protagónico de Central en el Apertura, pero la suspensión de Daniel Quinteros no sólo le abrió la puerta que hasta hace una semana parecía blindada sino que el regreso se produciría nada menos que frente al incontrolable Independiente del Tolo Gallego. Quizás por eso el Vasco le pone pilas al relato de estos meses de espera y sólo se permite la herejía de un descanso para remarcar la tozudez con que encaró su ostracismo. "Fueron duros los días sin jugar. Por suerte hoy después de mucho tiempo estuve entre los titulares. Todavía el técnico no confirmó el equipo para jugar ante Independiente, aunque intuyo que esta vez se me puede dar", expresó Erroz, casi cuidando las palabras para no obstaculizar esta vuelta que se demoró siete meses. -Después de estar tanto tiempo marginado, ¿tomás esta oportunidad como una revancha? -No, para nada. Simplemente es una nueva chance de jugar de titular. Estuve todos estos meses entrenando para que el técnico en algún momento me tuviera en cuenta y ahora espero que se dé. -¿Sos consciente de que esta posibilidad se te presenta sólo por la suspensión de un compañero? -Uno nunca quiere entrar por lesión o suspensión de un compañero. Pero el fútbol es así, hay que estar preparado para todo. -¿Esta vuelta al equipo indica que Menotti te indultó? -No, ¿por qué? Yo nunca me sentí marginado del plantel. Si bien reconozco que muchas veces no iba ni al banco, siempre creí que eso era por cuestiones futbolísticas. En el campeonato pasado terminaron jugando Marcelo y Daniel (Quinteros) y en este también arrancaron jugando ellos en gran nivel. Era lógico que no tuviera muchas chances de entrar. -Si bien decís que Menotti no te borró, por algo al principio de torneo te querías ir y estabas en la lista de jugadores prescindibles. -Lo que pasa es yo no me puedo conformar con ser uno más del plantel y no jugar los fines de semana. Yo me quería ir porque el técnico me había dicho que no iba a arrancar de titular. Al final no se dio y me quedé para pelearla.
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