Año CXXXV
 Nº 49.641
Rosario,
jueves  24 de
octubre de 2002
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Cambios: Erroz por Quinteros y Talamonti por Maidana

Mauricio Tallone / La Capital

El noticanalla prepara un regreso y un cambio cantado. Aunque todavía no está el comunicado oficial, César Luis Menotti cocina a fuego lento dos modificaciones para visitar el domingo, a las 18.10 y con el arbitraje de Roberto Ruscio, a Independiente en Avellaneda.
Esta vez, el Flaco dejó el cofre de los rebusques posicionales en el cajón de su habitación del hotel Riviera y no anduvo con experimentos a la hora de repartir las pecheras titulares en la práctica futbolística de ayer -a puertas cerradas- en el predio de Palos Verdes. El lema del DT para enderezar el rumbo ante el líder del torneo es poner el inodoro en el baño y la cama en la habitación. Por eso de no surgir contratiempos, Central ofrecerá dos novedades con relación al equipo que empató 2 a 2 el sábado ante Talleres en el Gigante. Como Leonardo Talamonti ya purgó con la fecha de suspensión entrará en reemplazo de Marcelo Maidana y todo parece indicar que Diego Erroz será el sustituto del lugar vacante que dejó Daniel Quinteros, quien tendrá que cumplir con una jornada por acumulación de amarillas.
Por lo tanto, el equipo que Menotti paró ayer en los 30 minutos de fútbol fue: Castellano; Ferrari, Talamonti, Daniel Díaz y Cárdenas; Marcelo Quinteros, Erroz y Gustavo Barros Schelotto; De Bruno; Mandra y Figueroa.
Con esta apuesta de mutar figuritas por figuritas, la pretensión de Menotti pasa por maquillar el funcionamiento con las características del Vasco. Porque el regreso del Oveja era una obviedad, hasta Maidana tiene bien claro que cualquiera fuera su actuación ante Talleres estaba jugando de prestado.
Si bien el Flaco había dado entender en el entrenamiento del martes que Erroz tenía todos los números comprados para ocupar el lugar del Negro, debe inferirse que la decisión es al menos sorpresiva. Sobre porque el entrenador nunca resolvió con la inclusión del volante los inconvenientes que se le presentaron en su momento en el armado del mediocampo. Casi siempre subsanó los desbarajustes tácticos corriendo a Marcelo Quinteros al medio y haciendo ingresar a un volante por izquierda. De hecho, Erroz estuvo literalmente borrado de los planes del Flaco desde aquel partido ante San Lorenzo por la 15ª fecha del Clausura 2002, cuando a los 64 minutos salió reemplazado por Marcelo Quinteros y abandonó la cancha con evidentes signos de disconformismo. Días después de esa acción trascendió que el volante habría mostrado su disgusto por haber sido reemplazado y según dicen el Flaco le habría echo la cruz por esa presunta irrespetuosidad. Si bien en reiteradas entrevistas Erroz nunca reconoció que la borratina se debió a una cuestión extrafutbolística, los hechos que acompañaron a esa decisión del entrenador -fue declarado prescindible- ayudaron a atar cabos sobre la proscripción del jugador.
Ante este cuadro de situación cabría preguntarse, ¿por qué Menotti se la juega justo ahora por Erroz? ¿El técnico perdonó al volante?
En la arena futbolística la respuesta está direccionada a que el técnico cree que no es el momento propicio para trocar demasiado nombres. Con el Negro Quinteros afuera, el único jugador que tiene en el plantel y que conoce bien el puesto de cinco es precisamente Diego Erroz. Además el análisis que hace Menotti es que la presencia del Vasco le asegura a un jugador obediente, que seguramente no soltará palomas para que Montenegro-Insúa y compañía se hagan un pic-nic a sus espaldas.
Quizás la pata más chueca de la inclusión del experimentado mediocampista está en su inactividad. Al margen de los minutos que jugó el sábado pasado ante Talleres cuando entró a los 71' por De Bruno, su último contacto con la pelota en la primera de Central se dio en la goleada ante Lanús (6 a 1) por la 2ª fecha del Apertura. Después sólo tuvo competencia en la reserva y cuando no se jugó el partido preliminar ni siquiera concentró con el plantel.
Lo cierto es que Erroz tiene muchísimas chances de volver al equipo. Lo que todavía no se sabe es si Menotti lo perdonó o si su apuesta está sujeta pensando en las virtudes del rojo.


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