Mauro Rosales sufrió un golpe en la cintura en el encuentro ante Lanús y desde ese día no pudo entrenar con normalidad. A partir de ese día trabajó en forma diferenciada tratando de recuperarse y ponerse a disposición del cuerpo técnico. Después de más de diez días de cuidados, el delantero finalmente será evaluado en la práctica de fútbol de esta tarde y si responde satisfactoriamente podría estar entre los once ante Olimpo. "El técnico me dijo que me tiene en cuenta, pero debo demostrar, y si mi rendimiento lo convence tal vez pueda jugar", sentenció Mauro antes de abordar su coche y retirarse del predio.
"Estoy bastante bien. Mañana (hoy) haré fútbol como teníamos pactado. Ojalá me sienta bien. Estuve con algunos dolores pero me dijeron que eran normales. Trataré de hacer 20 minutos para ver la evolución de la lesión", agregó.
Si bien Rosales se mantenía cauto y no quería entusiasmarse demasiado, en su rostro se notaba algo de alegría porque "trabajé de manera normal, pude correr y patear. Con los antiinflamatorios voy evolucionando bien".
"Soy optimista porque evolucioné bastante. No pensé que iba a poder hacer los trabajos previstos en la práctica, pero los realicé sin demasiados problemas ni dolores. Espero rendir bien mañana (hoy) para ser tenido en cuenta, que los que que quiero".
Su último encuentro fue precisamente ante el granate y dos días después arribó un nuevo cuerpo técnico. Por eso Rosales está inquieto y un tanto fastidioso porque su deseo es poder entrenar con normalidad y tener la chance de pelear por un lugar entre los once. "Me fastidia el hecho de que esté con estos dolores en este momento que hay un nuevo entrenador. Por eso hago estos esfuerzos para superar este momento, ser tenido en cuenta y que Veira me evalúe".
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La Ciudad
